La distancia que había tomado Naruto de todos sus amigos había provocado que el chico se encerrará en su propio mundo para que nadie se diera cuenta de lo triste que estaba, sin embargo lo que nunca supo es que esos días cambiarían cuando cierta rub...
Kakashi estaba pensando en los ninjas que irían a la petición de los pobladores de ayudar a Karin, al parecer la chica estaba en problemas y por la información que le dieron el nombre y las características encajaban con ella, ya la conocía de vista por lo que sabía que era compañera de equipo de Sasuke.
Había pensado en llamar a Sasuke para que fuera personalmente ya que ambos chicos se conocían y en el pasado estuvieron en un mismo equipo, pero al meditarlo se dio cuenta de que con su misión fuera de konoha no era conveniente.
Fue entonces que por curiosidad pensó en Naruto, había estado muy indispuesto algunas veces, aunque si se trataba de misiones, sin duda aceptaría poder hacerlo, fue allí cuando pensó en Ino quién podría se su refuerzo médico y para que Naruto se sintiera en confianza.
Sai iría con ellos.
Formando el equipo, mando a llamarlos y en cuestión de minutos, los tres llegaron a la oficina y al reencontrarse se sorprendieron por estar juntos.
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Kakashi: muy bien, ustedes son el grupo de rescate, su misión es ayudar a Karin, no sabemos en qué estado está por lo que si presenta problemas no duden en traerla.
Ino: ¿Karin?
Kakashi: Así es, se le ha visto por última vez a las afueras de konoha en un pueblo pequeño, la ubicación está en este pergamino.
Kakashi señalaba el objeto que se encontraba en su mesa.
Kakashi: su misión es ayudar en todo lo que puedan y mantenerla a salvó.
Todos asintieron ante eso y se fueron de la oficina.
Naruto estaba preocupado, no pensó tener una misión justamente hoy, sin embargó si era para rescatar a una persona pues bien valía el esfuerzo.
Por otro lado Ino estaba enojada e incómoda por la situación, ver a Saí después de todo este tiempo no le gustaba.
Sai veía a Ino mientras su incomodidad crecía, al ver su mirada titubeó un poco, pero supo disimular.
Después de unas horas, el grupo se separó y volvió a encontrarse a las afueras de konoha con todas sus cosas listas, ya sea herramientas médicas, armas, etc.
La rubia aún seguía molesta y se lo hacía ver a Saí con sus múltiples expresiones de desagrado, cosa que el chico logro percatarse.
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