La distancia que había tomado Naruto de todos sus amigos había provocado que el chico se encerrará en su propio mundo para que nadie se diera cuenta de lo triste que estaba, sin embargo lo que nunca supo es que esos días cambiarían cuando cierta rub...
Karin deambulaba por las calles de konoha mientras se encontraba pensativa en lo que iba hacer en el futuro ya que desde su perspectiva habían ocurrido muchas cosas para que no se tomaran enserio todo lo que les había contado a naruto y a Ino sobre Sasuke. Sabía que estaba segura si permanecía con ellos, además de que si requería ayuda o por el contrario ellos la necesitaban estaría allí para ellos, ya que se habían convertido en una parte muy especial de su vida y estaba agradecida con naruto por haberla apoyado en él momento más frágil de su vida.
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Estando las cosas un poco locas, se preguntó ¿Cuánto tiempo seguiría con ellos? Pues si bien era cierto que era bienvenida en la casa de naruto, en verdad creía que eso no duraría por mucho tiempo, ya que ellos dos eran una pareja y de seguro querrían más privacidad en el futuro, además de que para ella sería muy incómodo que siguiera mucho más tiempo allí.
No le gustaba ser la tercera chica a la cual naruto tuviera en su casa solo porque no puede valerse de sí misma, si no por el contrario quisiera ser alguien con la cual cuente en los momentos más desesperados y poder ser la ayuda que necesita, aunque sabia que en estos momentos no estaba en condiciones para cambiar esa perspectiva que tenía él de ella.
¿Pero por qué le importaba tanto que naruto la viera con otros ojos?
¿Acaso su amabilidad influyo mucho en ella?
¿Tal vez su mente piensa que es un tipo de príncipe que la rescataría como en los cuentos?
Pero la realidad es que esto no es un cuento ni mucho menos algo que se le parezca, ya que este es el mundo real, al menos para ella, sí lo es, pero con seguridad podría decir que si naruto hubiera sido quien pidiera estar con ella en vez de sasuke tal vez...
¡No!
Karin empezó a sacudirse mientras despejaba toda duda en su pensamiento, pero las nubes grises que se formaban en el cielo hicieron que se moviera rápidamente.
La lluvia repentina hizo que las personas que caminaban se metieran de manera apresurada a su casa sin embargo Karin estaba muy lejos de ir a casa, de hecho le daba un poco de vergüenza ir sola a la casa de Ino por lo que corría por ahí para ver si podía meterse a un lugar hasta que acabará la lluvia.
Estaba corriendo pero al ver que la lluvia empapaba un poco su lentes no visualizo bien a dónde iba, por lo que se quedó parada tratando de limpiarlos.
¡Ey!- grito una voz desconocida para ella.
-por aquí- volvió a hablar esa voz.
Karin limpio sus lentes y tapo su cabeza con sus manos para que no se volvieran a mojar.
Karin sin pensar entro a lo que parecía un restaurante y agradeció el gesto del hombre.
Una chica se acercó a ella y le dio una pequeña toalla para secarse.
