La distancia que había tomado Naruto de todos sus amigos había provocado que el chico se encerrará en su propio mundo para que nadie se diera cuenta de lo triste que estaba, sin embargo lo que nunca supo es que esos días cambiarían cuando cierta rub...
Kakashi había reunido a Sasuke junto con Ino para poder hablar con ellos sobre una misión, dónde al cabo de unos minutos, ambos asistieron a la oficina del Hokage. Al llegar se les explicó que debían confirmar algunas pistas para completar las investigaciones por lo que Ino quién pidió la misión acompañaría a Sasuke a la misión por lo que el chico aceptó sin protestas ya que quería terminar con todas estas tonterías.
Ambos salieron inmediatamente y en el camino ninguno de los dos se dirigió la palabra, estaban callados como si no pudieran tener un tema de conversación, aunque quizás esto sea lo mejor, ya que ino no quería saber nada de Sasuke.
Mientras en el punto de encuentro, los chicos tomaban su posición para la llegada de los dos y es que a pesar de que estaban esperando a Ino y Sasuke, también esperaban a un tercero pero que esta persona vendría antes que ellos.
Naruto estaba inmóvil, expectante de lo que pasaría mientras veía a todos lados, y fue allí que vio a Karin preocupada por el plan. El rubio se dirigió a ella para calmarla mientras pensaba que decir para que pudiera sobreponerse pero no consiguió nada.
Naruto: ¿estás bien?
Karin: si, no te preocupes
Naruto: se que es difícil pero todo saldrá bien.
Karin: gracias
Naruto: tal vez después de terminar con esto, podamos comer algo de ramen.
Karin: ¿ramen? Hablas del restaurante de Ichiraku ramen.
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Naruto: Si, el mejor ramen del mundo se hace en Ichiraku ramen.
Karin: Es cierto, lo acabo de probar y me gustó muchísimo.
Naruto: ¿lo probaste? ¿Enserio? ¿Cuándo?
Karin: fue ayer aunque en realidad fue de accidente que llegue al lugar pero me gustó mucho la comida.
Naruto: ¡oh! enserio, hubiéramos ido juntos, la comida es más deliciosa cuando lo comes con un amigo.
Karin se quedó mirando al rubio mientras recordaba las palabras de Ayame.
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