Parte 5

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Me levanto exaltada por todo lo que soñé, muy raro, me acuesto de nuevo para abrazar mi almohada pero noto que esta no es mi almohada, ni mi cama, ni mucho menos mi cuarto. En donde me encuentro el color gris, negro y blanco son los que predominan. Miro mi cuerpo y noto que no llevo la misma ropa de ayer, solo llevo una camisa blanca, recorro el cuarto con mi mirada, es espacioso y la decoración es elegante. Me acerco a las cortinas para encontrarme con un gran ventanal, la vista simplemente es hermosa, la playa y el amanecer de fondo, todo es perfecto, podría quedarme horas aquí.

-Hermosa vista no- La voz de ese hombre hace que me sobresalte y voltee para encontrarme de fondo con el jefe. Ni siquiera se su nombre, la vista a la playa con el amanecer por un momento me hizo olvidar de todo lo que me ha pasado pero con la presencia de este señor me hace recordar mi realidad, automáticamente retrocedo sin saber que hacer.

-Tranquila princesa, no te voy hacer nada- ¿Princesa? -Solo vengo hablar contigo de negocios- Sonríe de medio lado para luego recorrer con su mirada todo mi cuerpo. ¿Negocios?

-Disculpe pero mis ojos están aquí arriba- Le digo para que suba su mirada y la quite de mis piernas. Este vuelve a sonreír para después sentarse en uno de los muebles y poner una bandeja llena de comida que trae en sus manos. -¿De que negocios tendría que hablar con usted?- Pregunto dudosa ante su comportamiento. -Creo que ayer cuando estaba encerrada en ese cuarto tenia un pensamiento diferente al que trae hoy.

-Primero que todo deja de hablarme usted no soy un señor y lo otro, bueno no se si sea tan diferente, pero puede que cambie- Dice pasándose una mano por su barba. -Además hay información que necesitas saber, pero no soy yo quien te las de, sino una personas que se mueren por verte.

-¿Que personas?- Pregunto confundida.

-Ya las verás, primero aliméntate y date una ducha tienes más de 24 horas sin comer y sin asearte. En el baño hay todo lo necesario para que te alistes.

Así sin más se levanta de su puesto y me deja con la palabra en la boca.

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Como una niña obediente hice todo lo que ese tipo me dijo, lo necesitaba, además no me conviene hacer lo contrario ya que mi vida está en juego. Cuando termine de alistarme lo único que hice fue observar el paisaje que se podía ver desde la ventana, no quería atormentarme del que me pasará  cuando la puerta sea abierta de nuevo. Después de unos cuarenta y cinco más o menos la puerta fue abierta de nuevo por el jefe, no me moleste en girarme solo seguí en mi posición.

-Veo que te gusta la vista que proporciona está habitación- Dice ubicándose a mi lado.

Lo miro de arriba hacia bajo para después volver mi mirada al frente. -No está mal-

El jefe sonríe de lado para después hacer lo mismo que yo hice, pero de manera lenta y seductora. -Mucho gustó Maximiliano Dunn- Dice revelando su nombre. -No es gusto yo sepa tu nombre y tú no sepas el mío- Dice con toda la naturalidad del mundo.

-Sabe no me interesa como se llame usted o si usted es el mismo papá, lo único que quiero es que me saquen de este lugar para volver a mi casa, porque no se deja de tantas amabilidades y mejor me explica por que me tienen aquí encerrada- Digo desesperada ante la situación y sin saber por qué estoy aquí.

-Tranquila princesa, todo a su tiempo, primero bajemos y ya después entenderás de tu estadía aquí- Dice para después agarrarme y sacarme de la habitación.

Mientras camino por los pasillos de donde sea que me encuentro, trato de imaginar cosas positivas, cuando comenzamos a bajar unas escaleras me detengo por el miedo que estoy sintiendo, no sé si temer más por las personas que nos encontraremos o por la persona que me lleva agarrada.

Cuando llegamos a nuestro destino, la sala de estar, puedo ver a las personas que se encuentran en ella, por un lado siento un alivio y por otro lado la molestia comienza a crecer en mi interior.

Mi madre al verme corre hacia mi y comienza a abrazarme y a preguntarme si estoy bien, Maximiliano El jefe, la aleja de mi y le indica que vuelva a su puesto.

-Entonces le digo yo o ustedes, decidan no tengo toda la vida- Dice de forma autoritaria. Miro a las personas que tengo en frente y evitan mi mirada, mi madre tiene lagrimas en sus ojos y no se como interpretar eso, por otro lado esta ese señor sentado de piernas cruzadas como si nada le importara, desde donde me encuentro puedo notar lo amplia que es la espalda de Maximiliano, obviamente es mas alto que yo, bajo mi mirada y noto que lleva un arma en su espalda baja.

-Hija, hay algo que tienes que saber- Dice mi madre con todo el nerviosismo del mundo. -Tu padre...- Alzo una ceja. -Arthur...- Corrige. -El hizo algo que no debía y ahora...

-Te vas a casar con Maximiliano- Termina la oración de manera tajante la persona que mas odio en este mundo.




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⏰ Última actualización: Feb 17, 2021 ⏰

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