. ⸙. ͎۪۫ 𝐜𝐡𝐚𝐩𝐢𝐭𝐫𝐞 𝟑 . ⸙. ͎۪۫

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Salía con el tiempo exacto de su casa, no sin antes dejar comida suficiente para su mascota Mickey.

Dudó mucho en si colocarse un traje para la ocasión, porque sí, por si no lo habían notado ya, Hoseok es un fanático de ellos y los utilizaba en cualquier ocasión que se le presentase. Trabajo, cenas, reuniones, fiestas, presentaciones, lugares casuales, lugares frecuentes y poco frecuentes. Tenía un traje para cada ocasión.

Pero esta vez su presentimiento oprimió su pecho, algo le decía que debía asemejarse... A sí mismo.

Irónicamente, los trajes los utilizaba por su presentación, ya que básicamente su imagen también contaba para el desenvolvimiento de su trabajo, pero técnicamente, era Jung Hoseok, la imagen segura y amable que cerraba negocios y vivía una vida semi perfecta dentro de la fina tela.

Hoseok estaba dentro de sus sábanas, dentro de la taza de café que bebía en sus mañanas frente a un asiento totalmente vacío, estaba al borde de su cama, estaba frente a su ventana cuando no podía dejar de pensar en cómo iba a sobrevivir tanto tiempo de esa manera.

Hoseok no era infeliz, si bien, llevaba una vida estrambótica, con altas y bajas como cualquier ser humano, con amigos, dichoso de una familia amorosa y éxito brindado por sus esfuerzos. Pero todos podemos estar de acuerdo en que mínimo necesitaba cambiar rutina; los picnics con amigos, las cenas familiares, las cenas frías ya no podían dejarle más lúgubre el corazón. El sexo no era tan habitual, ya que nunca fue un hombre que le gustara enredarse con cualquier cuerpo o rostro bonito. No le gustaba imaginar las cosas desde otro punto de vista, por lo que muy de vez en cuando, tenía algunos ligues que fue abandonando conforme su estilo de vida.

Yoongi le daba una sensación diferente, y es que nunca antes había sido tan insistente con un desconocido. Tenía algo en su mirada, algo en su voz, algo en su manera tan sencilla y cómoda de ser, en la forma en que lo enfrentaba con la mirada, en que no podía reservarse un pensamiento, siendo tan honesto desde el primer instante en que lo conoció; le parecía tan complicado a Hoseok dejar pasar la oportunidad de experimentar afecto por alguien ajeno. Yoongi parecía simplemente ser el tipo de persona que quería en su vida, honesto y risueño.

Hoseok no eligió un traje para mostrarle a Yoongi. Hoseok se eligió así mismo para mostrarse ante Yoongi. Eligió su propia comodidad, su propia sensación. Eligió un cuello de tortuga a rayas blancas y negras con una chaqueta estilo denim de mezclilla negra, eligió jeans ajustados y botines negros. Su cabello lacio azabache perfectamente peinado hacia un costado con copetillo coqueto, pasó a ser su rizado natural partido a la mitad de manera desordenada. Su loción ya no era condenadamente penetrante y profunda, era perfume vainilla y canela.

Hoseok estaba eligiendo su propio camino seguro.

Tomó sus llaves y subió hacia su automóvil, no miró su reflejo, ni peinó su cabello como solía hacerlo. Se dejó llevar, dejó que los nervios le inundaran la cabeza, dejó que sus músculos se tensaran, dejó su sonrisa brillante por su risa exagerada y marcó el número de su brazo que no pudo borrar en la ducha. Sus dedos acariciaban ansiosamente el volante.

Tomó un respiro y espero los timbrazos debidos. Uno, dos y la llamada fue atendida.

--¿Diga?.- la ya conocida voz aterciopelada y ronca se hizo sonar a través del celular.

--Yoongi... Soy Hoseok.- inquirió con una sonrisa tranquila.

--Hoseok...- sonó vagamente sorprendido. --Vaya, por un momento-

--¿Dudaste de mí? Me estás lastimando.-- interrumpió el castaño, riendo vehemente.

No esperó más tiempo y encendió el auto para ponerse en marcha hacia la sastrería.

a tailored suit ➜ hopegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora