Epílogo

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Beep, beep, beep

Los aromas eran completamente extraños, sanitarios. Se escuchaba un pitido frenético y errático. Habían voces, varias; susurros, había preocupación. Pasos, urgentes y débiles. Se movían.
Felix sintió su boca rasposa y amarga, dedujo que había dormido bastante ya que sus párpados pesaban.

Beep, beep...

Su latido del corazón era lento, pero al tratar de abrir los ojos y querer mover un brazo, su pulso se aceleró.

Beep beep beep beep beep ...

El pitido alertó a alguien, porque pronto sintió una mano colocarse en su frente. Era cálida y suave. Era su mamá.

— Felix— dijo bajo. — Estamos aquí contigo, no te preocupes. — Sus palabras eran calmadas y le hicieron relajarse. Su cuerpo se sentía pesado y su estómago vacío. Sintió a su madre colocar las manos en sus hombros y le hizo recostarse de nuevo. Su cerebro era demasiado lento para su gusto.

"¿Qué había pasado?"

— ¿Dónde...— su garganta ardió, la voz sonó forzada. — ¿Dónde estoy?¿Dónde está Chris?—

— ¿Qué? — preguntó Sunny, y entonces, Félix sintió otras presencias en la habitación. Abrió sus ojos lentamente; su papá y Jeno le estaban mirando, había preocupación en sus rostros.

— Nada — dijo y examino la habitación. Colores blancos y grises abundan en ella, el olor a esterilizante era intenso y notó que su brazo tenía una intravenosa, el dolor de garganta no se iba. Recordó lo que pasó. Lo que hacía ahí. Estaba en un hospital. Cerró sus ojos y suspiró pesadamente.

— ¿Quién es Chris?— preguntó Jeno, su voz más alta de lo normal.

— Entonces solo fue eso. — susurró con melancolía — Fue solo un sueño. —

Su padre pasó una mano por su cabello con suavidad— Hijo, estabamos preocupados por ti—

— Traté de suicidarme— soltó de golpe, mirando a los presentes, sus padres tenían la mirada baja pero Jeno no, el solo asintió. — No funcionó —

Ante aquellas palabras, su madre comenzó a llorar y su padre le dió un ligero apretón en el hombro. Felix sabía que estaba lastimando a sus padres, pero con ello se dió cuenta de que las cosas estaban peor de lo que pensaba, no había visto a sus padres en más de un año y medio.

— Estaba muy preocupado. — Era Jeno ahora, una de sus manos descansando en el hombro de su madre. — No tienes idea de lo asustado que estaba, encontrarte así... — se detuvo y bajó la mirada.

— ¿Cuánto...hace cuánto que estoy inconsciente? — pedazos de recuerdos vinieron a su mente; la repostería, SeungMin, su casa, Christopher. Todo era muy doloroso, dándose cuenta de que todo aquello fue producto de su imaginación.

— Tres días. — respondió su madre, envolviendo su mano con las de él. — Vinimos tan pronto como nos enteramos. —

Felix cerró sus ojos y dejó escapar un suspiro. No quería tratar con todo de nuevo. No quería estar ahí. El peso estaba de regreso, llenado su cabeza con tanto que le fue imposible sentirse aliviado. Había escuchado historias, historias de personas que habían muerto y regresado a la vida, que habían visto el cielo y otras cosas.

Probablemente el sueño fuera eso, su cielo.

— Quiero ir a casa. — soltó el rubio, un sollozo escapando de sus labios.

Sus padres se alejaron y se vieron el uno al otro, posteriormente a Jeno. Él asintió y se acercó después.

— Felix, podemos hablar de esto una vez te mejores.— dijo el azabache, tomando la mano del pecoso pero éste se alejó. 

Afterglow {ChanLix} - 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora