Nueva York, 2 de Enero del 2021
Camila Cabello
El taxi estaciono en la entrada del aeropuerto con un chirrido de llantas, había captado la indirecta que íbamos tarde por las facciones de mi gesto y la irritación de mi voz cada que me quería hacer platica. El señor corpulento a pesar de mis malas caras, nos estaba ayudando a bajar las maletas. me imagino que lo hacia por Allyson que le regalaba una sonrisa cada veinte segundos.
-Uy señoritas, a ver si les dejan pasar.-Dijo asentando en el suelo la maleta rosa, que me pertenecía.
Fruncí el ceño. ¿Por que no lo harían?
-Creo que está excede el peso.-señalo la maleta.
Vi como llevo su antebrazo a su frente limpiándose el sudor.
Allyson le sonrió amablemente, mientras le extendía los billetes.
-Muchas gracias.-musitó.
Camine con Allyson a mi lado, no dejaba de revisar su celular.
-¿Tienes jaqueca Mila?-desvío la mirada de su celular para mirarme preocupada.
Asentí con la cabeza. Incluso aquel movimiento lento me dio unas punzadas más fuertes en la sienes.
-Debes ver qué te lo revisen.
-Lo que necesito es relajarme.-masculle.
-Me compraré un latte, ¿Quieres algo?
aminoro el paso en cuanto nos íbamos acercando a la cafetería del aeropuerto.
-Agua.
Estaba esperando que atendieran a Allyson, al menos no había mucha gente, era la tercera de la fila.
Cuando una mujer me golpeó con su bolso dándome en las costillas, el aire de mis pulmones lo expulse por el golpe.
Apreté los dientes mal humorada.
La chica llevaba gafas de sol y no podía ver bien sus facciones. Hizo una O con sus labios en sorpresa.
-Lo siento.
Mire sus manos que buscaban algo en su bolsa, por ese motivo no veía su camino.
-Deberías fijarte.-gruñí.
Sonrió, de esas sonrisa traviesas que anuncia peligro. No quería que me intimidara, pero por una extraña razón lo estaba logrando. Me enderece más, poniendo más firme la espalda.
-Tu necesitas un buen relajante.-murmuro con su voz ronca.
¿Acaso me estaba insinuando algo? era usual que las personas se me insinuaran, estaba acostumbrada a eso y mas en la empresa, nunca faltaba un hombre que estaba a punto de casarse, me pidiera su "despedida de soltero". una mujer, nunca antes se me había insinuado.Torcí los ojos.
-Lauren, hay que llevar las maletas.-Una castaña llegó trotando hacia la mujer de piel blanca y cabello azabache.
La chica me sonrió por última vez y se dio la vuelta.
-¿Quien era ella?-Pregunto Ally llegando a mi lado.
Ambas miramos hacia la dirección de la chica que nos daba la espalda.
Usaba Jeans negros, que se amoldaba demasiado bien a su trasero.
Me encogí de hombros.
-No tengo ni idea.
-La castaña se me hace conocida.Tome asiento mientras esperábamos a que nos llamarán, me acababa de tomar dos aspirinas.
-Me llegó un mensaje de la hija de los Richard.
Solté un gruñido.
-No. Ahorita no Ally.-me coloque las gafas de sol.-Que se encargue Noah.
-Quiere que TU.-Hizo énfasis.-Te encargues.
-Estoy de vacaciones.-Tome el iPad de sus manos.
Mire en la pantalla.Sarah Richard.
Camila estoy muy agobiada, cada noche necesito irme a la cama con un masaje. El estrés me está matando.
No se qué color usar para las servilletas.
Contesta lo mas pronto posible.
xoxo-Habla con Noah, dile que si convence a Sarah de que ella se haga cargo,le doy un Bono.-Dije entregándole el iPad.- ¡Ah! Y por cierto, servilletas Rojas de tono vino no quedan mal con unos tulipanes amarillos.
-¿Que en el florero hayan dos amarillos y dos rojos?
Sonreí.
-Es hora.-Dijo Allyson poniéndose de Pie.Le entregué los boletos a la mujer, con una sonrisa de cansancio nos dejó pasar.
-Esta es su lugar señorita.-Dijo la aeromoza señalando el lugar.
¿No me podía ir peor? era una broma del destino.
La mujer de cabello oscuro estaba frente a mi con su sonrisa traviesa. Y el asiento de su lado vacío.
-Disculpe, ¿No tendrá otro lugar?
-Lo siento Señorita, pero no se puede cambiar de lugar.-La aeromoza dijo con demasiada calma.
Respire hondo. Ally que pasaba a mi lado soltó una risa divertida.
Me senté a lado de la chica desconocida. No era justo , yo quería el lado de la ventana.
-un gusto volverte a ver.-Murmuro.
-Espero que esta vez no me golpees.-gruñí.
-Eres muy rencorosa.-rio.
-¿Puedes por favor no hablarme por el resto del viaje? Tengo un terrible dolor de cabeza.
La mujer se quitó su chaqueta dejándola a sus pies. Se colocó unos auriculares, poniendo una canción que desde mi lugar se escuchaba.
Abrí los labios sorprendida, queriendo decirle que yo conocía aquella canción. Pero acababa de decirle que no me hablara.
Somebody else -VÉRITÉLauren Jauregui.
Estaba buscando los boletos de avión en la bolsa desesperadamente cuando me golpeé con alguien.
Levante la mirada, y no podía creer lo que mis ojos miraban, abrí los labios queriendo decirle algo.
Cuando logré encontrar las palabras , solo le dije un "los siento".
Me fijé en sus ojos chocolates, que me miraban enojada, estaban encendidos y podía jurar que ellos estaban planeando matarme.Y una hora después, estaba ella sentada a mi lado. Con su perfume de coco impregnándose en el aire. En mi espacio personal.
Se había logrado dormir. Acurrucándose en el asiento. Era sumamente hermosa, y ¡Vaya que yo se de belleza! Veo modelos a diario.
Pero está mujer, su belleza al natural. Sin usar excesos de maquillaje.
Con ropa cómoda, unos jeans apenas que se ajustaban a sus pantorrillas, y una blusa de manga larga gris.
Rogaba que estuviera demasiado cansada y no se diera cuenta de lo que estaba por hacer. Saque la cámara que estaba entre mis pies y la chamarra.
Enfoque bien su rostro relajado. Gruñí. Las gafas no me agradaban.
Me estaba jugando la vida en esta foto.
Con el corazón latiéndome demasiado rápido, extendí mi mano y con demasiado cuidado fui despojando las gafas de su rostro. Mi dedo se deslizó apenas en una caricia fugaz por su mejilla. Como imaginaba.
De piel suave.
Volví a levantar la cámara hacia su rostro, y tome unas cuantas fotografías.
En una enfoque su rostro, en otra solo sus labios.
Guarde de nuevo la cámara. Y deje las gafas en su regazo.
Decidí por hacer lo mismo que la mujer que tenía a mi lado, dormir un poco. Total el viaje iba para largo.
A lo largo de mi carrera, solo dos veces he tomado vacaciones por casos urgentes. Cuando murieron mis dos abuelas, por ambas partes de mis padres.
-¿Esta todo en orden?-la aeromoza que me asigno a mi lugar me ofrecía una sonrisa cortés. Negué levemente con la cabeza.
Había dejado mi estudio hace una semana para venir a un proyecto en Nueva York .En ocho horas y media el avión aterrizó. La gente ya estaba impaciente, el bullicio de murmullos se hizo presente.
Aún la chica de cabello chocolate dormía, estaba demasiado a gusto durmiendo que me daba pena despertarla.
Moví ligeramente su hombro.
-Disculpa, ya llegamos.
Hizo un ligero ronroneo con su garganta en protesta. Abrió los ojos y se me quedó viendo por unos leves segundos.
-Mila, vamos.-la chica rubia bajita estaba de pie a su lado.
Le di la espalda en ese pequeño espacio, no quería seguir dándole importancia. Recogí la chamarra de cuero, y mi cámara.

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La Vie En Rose
Teen FictionCamila Cabello, es dueña de una empresa llamada "La vie en rose", que se encarga de organizar y dejar tu boda como en tus sueño; su mejor amiga Dinah Jane esta a tan solo a unos medes de casarse, y para ello necesita la ayuda de sus amigas mas cerca...