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Sentí el miedo apoderarse de todo mi cuerpo mientras la miraba caminar lejos de mi. ¿Era acaso que ella no sentía lo mismo que yo? No estaba seguro. Simplemente no lo entendía, creía que mis sentimientos eran correspondidos, pero justo en este momento ya no sabía nada.

La vi girarse, con los ojos llenos de lágrimas me dio una débil sonrisa.

—¿Sabes? Yo....quiero corresponderte, lo hago, te correspondo...pero, tengo miedo de perderte, siento que en cualquier momento te vas a ir de mi vida. Siento que si las cosas no salen como lo tenemos pensado, entre nosotros, te vayas. Prefiero tenerte como amigo y tenerte junto a mi; que simplemente no tenerte. Así que, solo si prometes que pase lo que pase, seguirás a mi lado, es que aceptaré tus sentimientos. 

Estaba impresionado por sus palabras, pero aún más por sus acciones. Yo no podía creer que estuviera llorando, con esas mejillas rosadas empapadas; hablándome con tanta sinceridad. Ella realmente tenía miedo de perderme.

—Lo prometo Hea, realmente lo prometo. Yo tampoco quiero perderte. -le sonreí tratando de calmar sus inquietudes-

—Entonces, quédate justo donde estas -la mire extrañado y ella soltó una risita adorable- Tu eres siempre el que vienes a mi, siempre eres el que se acerca primero, quien esta ahí para mi sin importar nada, sin importarle si puede salir o no lastimado de eso, por eso.... quédate justo ahí; esta vez yo seré quien vaya a ti, quiero que a partir de ahora cuentes conmigo; que te apoyes en mi -termino de decir antes de correr hacía mi y lanzarse a mis brazos-

—¿Alguna vez te había dicho lo mucho que amo lo pequeña que eres? -susurré en su oído y pude apreciar la vibración en mi pecho debido a su risa- 

Una sonrisa adorno mis labios. Hea era una de las personas que tiene tanta vida en sus ojos, tanta luz que le es imposible no iluminar a los que están a su alrededor. 

Yo no he tenido una mala vida. Tengo una buena vida, con buenos padres y buenos amigos, pero puedo asegurarles que nunca había sido tan feliz como lo soy ahora al tener a la pequeña persona entre mis brazos.

 Nunca tuve problemas grandes en mi vida, he sido una persona alegre hasta el día de hoy; pero con Hea todo es mil veces. Creí que no me faltaba nada, que lo tenía todo en la vida, pero me di cuenta que estaba muy equivocado...no la tenía a ella. 

¿Has sentido alguna vez ese sentimiento de tenerlo todo en el mundo al mirar la sonrisa de esa persona especial para ti? Para mi, Hea es mi mundo. Ya no sabía que sería de mi vida sin ella. Me esforzaría por merecerla, por ser mejor, por ella, para ella y por nosotros. Ella esta para amarla y admirarla, no para dañarla. Ella merece el recibir y no el que le quiten.


Entre risas lleve a Hea a su casa. Había sido uno de los mejores días de mi vida.

No eran siquiera las doce de la noche, pero quería ganar puntos con el señor Jeon. A veces lograba intimidarme un poco, pero no le digan nada; no quiero que se le suba el ego.

Antes de abrir la puerta para entrar a la casa ella se volteo hacía mi y sonrío, pude apreciar un ligero sonrojo en sus mejillas lo cual me hizo sonreír; Hea a veces podía ser realmente adorable. Jugaba con sus pequeñas y me miraba a través de sus espesas pestañas de una forma que me idiotizaba.


─Me divertí mucho hoy, muchas gracias por la salida -me sonreía de una manera preciosa que no pude evitar sonrojarme un poco y llevar una de mis manos a su mejilla izquierda y acariciarla-


─No fue nada, yo también me divertí mucho contigo -la vi morder suavemente su labio inferior y balancearse sobre sus pies coquetamente- Espero volver a salir así contigo, en serio fue divertido.

Hubo un momento en el que nos quedamos en silencio y no hacíamos otra cosa más que mirarnos a los ojos y sonreír. De alguna manera acabamos acercándonos poco a poco, nuestros rostros cerca, nuestras respiraciones chocando en la cara del contrario, los labios rosando; las emociones eran palpitantes en mi, fue cuando por fin no pude aguantar más y junte nuestros labios en un beso cálido; tomando sus labios entre los mía como una caricia, siendo sumamente suave y cuidadoso, siendo paciente, sin prisas y tratando de transmitir en ese beso mis sentimientos por ella.

Quisiera decir que el beso duro más de lo que quise, pero no fue así. No tenía a ni un minuto de que nos habíamos comenzado a besar cuando las luces de la entrada de su casa comenzaron a parpadear. Nos separamos lentamente y ella rodo los ojos antes de gritar.

─¡Ya voy papá! -fue lo que grito para proceder a formar un lindo puchero en sus labios y besar mi mejilla- Nos vemos luego, Park -sonrío coqueta antes de entrar a su vivienda y dejarme congelado en la entrada-

─¡Ya vete a tu casa muchacho! -el grito del señor Jeon fue lo que me saco de mi estado de shock, lleve una mano a mi mejilla besada y sonreí- ¡¡Y QUITA ESA CARA DE IDIOTA!!








TARDE UN SIGLO; LO SÉ, PIDO UNA ENORME DISCULPA.


Casada Con El Idiota De Mi Clase (Jungkook & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora