Creta, Grecia.
Los rayos del sol llegaron a su cara, abri pesadamente sus ojos, di un gran bostezo, levantandome de mi cama, hoy la madre superiora tendría que irse a Venecia, aunque le rogué que me llevara, ella me dijo que tendría que quedarme aquí a cuidar el orfanato, al principio me moleste mucho, sin embargo me calmo diciéndome, que era el mayor, que tenía que quedarme aquí porque confiaba que yo los protegería a todos.
Caminé y me asomé por la ventana, la agradable brisa de creta golpeo mi rostro, suspire.
Tuve un sueño espantoso, soñé con fuego mucho fuego, buscaba desesperadamente a los huérfanos, hacía todo para no quemarme pero el fuego parecía perseguirme y ha donde iba, el fuego seguía y quemaba todo a mi paso, era como si yo llevase el fuego algo me hacia sentir culpable.
La puerta de mi habitación se abrió, Alexander se asomó buscándome con su mirada.
— ¿Qué pasó Alexander? — le preguntó con duda.
— Dice la madre superiora que te encargues de los rebaños y después vayas a verla, por favor. — me habló mientras buscaba mis zapatos y una muda de ropa.
Volteo a verlo.
— De acuerdo, ahora voy. — le respondió el se despide con una mano antes de salir, abro uno de los cajones y encuentro aquel collar con una extraña simbología, era extraña, nunca había visto uno así, solo en su libro sin embargo estaba en turco y aún no comprendía en su totalidad el idioma, empiezo a verla con más detenimiento, perfectamente, los diamantes estaban colocados y la esmeralda aún resplandece a pesar del polvo que la cubría.
— ¡Estevan! — Escucho como me mandan a llamar a lo lejos.
— Voy — Grito colocándome el collar y tome mi crucifijo antes de cambiarme.
Estambul, Topkapi.
Entró bruscamente a los aposentos de su hijo sin tomarse la molestia de reverenciar.
— ¡¿Qué has hecho ahora?! — Grito la valide a Bahadir.
— No entiendo de que hablas madre— dijo con inocencia sentado en su trono.
— hay hijo – soltó una risa sarcástica — Dime que has hecho o será peor para ti, fuiste tú ¿no? — Volvió a preguntar y este no le respondió — tú mandaste quemar vivos a los Paşas que ayudaban a la gente delante de todos — le reprochó, Bahadir se levanta de su trono y toma una copa de vino harto de escuchar a su madre.
ESTÁS LEYENDO
AKRAM | el inocente
FanfictionAKRAM | 𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑜𝑏𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒𝑠 𝑒𝑙 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟; 𝑙𝑎 𝑖𝑛𝑜𝑐𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑦 𝑙𝑎 𝑓𝑒𝑙𝑖𝑐𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑎𝑛 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑡𝑢 𝑎𝑙𝑐𝑎𝑛𝑐𝑒 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑠𝑒 𝑡𝑟𝑎𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑑𝑖𝑛𝑎𝑠𝑡𝑖𝑎 𝑜𝑡𝑜𝑚𝑎𝑛𝑎. 𝐸𝑠𝑎 𝑒𝑠 𝑙𝑎...