1.- El rey de los dioses ha muerto.

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Siglo V A.C.

De la oscuridad de la noche, y un cielo cubierto por estrellas, las antorchas y fuegos de ciudad de Atenas se alzan a lo lejos de su costa, iluminando la máxima belleza y arquitectura de la gran Acrópolis de la ciudad, los caminos vacíos indican que la hora ya pasa más de la media noche, sin embargo, algo no común en estos momento ocurría en la ciudad de la diosa griega, muchos atenienses aun no podían conciliar el sueño provocado por el dios Morfeo, pues, aunque han intentado de todo, sabían que algo está sucediendo en los cielos, ya que nadie podía dormirse en esos momentos, el rey de Atenas se levanta de su cama preocupado de que algo grave haya ocurrido.

- No puedes dormir ¿te preocupa algo? – dijo la mujer de su cama, su esposa al ver a su esposo dirigirse al atrio, quien se detiene en seco al oír la voz de su mujer.

- No, simplemente no tengo sueño, mi mente está vacía en estos momentos, ¿y tú?.

- Igual, creo que Morfeo no hizo bien su trabajo esta noche, o nos está castigando por algo.

- ¿A mí, que pude haberle hecho para hacerlo enojar? – menciona un poco irritado saliendo de su palacio para mirar al cielo y tomar aire, al salir, tanto él como su esposa se dan cuenta de lo que en realidad pasaba y que esto no solo ocurría en su habitación como creían, todos estaban tan ansiosos de poder conciliar el sueño que se volvía estresante, las luces de las casas se encendían una por una dejando la oscuridad a un lado, hasta que toda Atenas quedo iluminada.

- Algo pasa y no es bueno – dijo su esposa señalando el cielo oscuro y tormentoso que rápidamente se hacía dueño de la tranquilidad de la noche.

Una serie de nubes grises con relámpagos cubrió la parte más alta de cielo, volviendo a las estrellas invisibles, cubriéndolas de una especie de neblina oscura y grisácea, pasaban con gran rapidez de un lado a otro, como el agua de un rio que va hacia el mar, el cielo cada vez se hacía más opaco y las ventiscas cada vez hacían sentir frio a toda Grecia y el mundo, toda antorcha de la ciudad de Atenas se movía como si un huracán estuviese entrando por el puerto, se oían por todos lados sonidos de rayos y relámpagos pero no se podían divisar cayendo, solo su sonido.

A lo lejos de la ciudad de Atenas, en algún lugar oculto para cualquier mortal, en lo alto de una montaña, el viento era más fuerte, las nubes pasaban con gran velocidad, que algunas nublaban la vista unos segundos, el sonido del aire huracanado rompía con una extraña figura dentro de la oscuridad entre lo alto de las nubes y que parecía que en cualquier momento iba a ceder por el viento, pero erraba, era una estatua de gran tamaño y resistente, la estatua colosal del dios Poseidón se hace presente entre todo el caos, junto con otra a su costado del dios Hades y en el centro de ellos, el padre de todos los dioses, Zeus.

Dentro de la gran ventisca que arrasaba por la montaña, poco a poco se iban divisándose Partenones, columnas altas, figuras de piedra decoradas con metales como oro y plata, símbolos de rayos, almas y tridentes dispersos por todos lados de la ladera de la montaña, con forme subíamos al pico de la montaña, Acrópolis de gran tamaño y mucho más majestuosas que cualquier edificación Humana iban apareciendo, enormes bosques y jardines, se veían por todo lo alto de la gran montaña, el esplendor de las edificaciones era divino, la morada de los dioses dejaba contemplar todo su esplendor que tenía, era el monte olimpo.

Una montaña que estaba conformado por edificios de diferentes estilos, colores y decoraciones, algunos más altos que otros y a diferentes niveles del suelo, a los pies de la montaña se encontraba la ciudad de Olimpia, lugar exclusivo de los sirvientes de los dioses, y en lo más alto del pico, donde las nubes cubrían la maravillosa vista, se encontraba el hogar de los dioses mayores, sus ejércitos, y los más allegados a ellos, el monte olimpo tiene una montaña central que en lo alto esta recubierta por cumbres y montañas a su lado, conectado por puentes y demás caminos hacia las montañas más pequeñas, una fortaleza para cualquier enemigo.

Dioses del OlimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora