3.- El guerrero de los olímpicos.

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Junio 18, 1999, La noche se encuentra en su máximo punto, la luna llena se alza en el cielo estrellado, alumbrando todo el complejo de edificios que se encuentran en las afueras de la ciudad de Londres, el lugar es bastante amplio y esta protegido por guardias armados que no dudarían ni un segundo en disparar si llegaran a ver a alguien desconocido.

Es un lugar ilegal que necesita ser resguardado todo el tiempo, ahí dentro, en lo mas recóndito de uno de los edificios, dentro de una habitación bastante amueblada y de gran porte, un chico de unos 20 años de cabellos castaños y de buen ver, duerme desnudo a lado de uno de sus guardaespaldas quien debería estar en su puesto cuidando al hijo de su jefe.

El guardaespaldas, un hombre de unos 30 años de musculatura bastante pronunciada, de pecho velludo y tractivo para muchos, con cabellos negros y revueltos que solo le hacen parecer mas sexy de lo que se ve comúnmente, se levanta bruscamente interrumpiendo el sueño del chico que tiene a su lado.

- Mmmmm Brose que ocurre – dice el muchacho de 20 quien se asusto al ver a su compañero de cuarto levantarse precipitadamente.

- Ammm nada... – contesta Ambrose con su voz ronca y gruesa al chico – solo fue una pesadilla es todo – dice tallándose los ojos y acomodándose en la cama hasta quedar completamente sentado – ¿qué hora es?.

- Mmm no se... – contesto el chico mientras buscaba su reloj de mesa para ver la hora – son las 12am ¿por qué?.

Ambrose no le contesto, se quito la sabana que le tapaba el resto de su cuerpo, se levantó de la cama y comenzó a vestirse, el chico de 20 años se volteo para admirar a su amante de las noches, Ambrose tenia el cuerpo de dios griego que cualquiera quisiera tener.

- ¿Qué, no te gustó? – preguntó el muchacho.

- Jaja no, no es eso, pero no debería estar acostándome contigo, soy tu guardaespaldas, ¿si lo recuerdas verdad Mau? – contesto Brose.

- Soy el hijo del jefe, conmigo tienes privilegios y lo sabes – Dijo Mauricio mientras se acercaba al borde de la cama en lo que Ambrose terminaba de colocarse el pantalón negro de su uniforme.

Se veía tan sexy tener ese pecho musculoso y velludo al descubierto del mayor, que eso volvió a prender al muchacho de 20, así que él lo tomo por los hombros mientras pasaba sus manos por todo el pecho acariciándolo y dándole un beso apasionado, pero para el mayor la ronda de sexo ya no le apetecía, así que corto el beso y dijo.

- Tengo que regresar a mi guardia, si no podría caer mi cabeza – al ver que el menor iba a responder con lo mismo de que era el hijo del jefe y tenía privilegios, Ambrose se adelantó – y en especial si se enteran de que me acuesto contigo, pero tranquilo, volveré para despertarte como siempre.

- Tendrás que ser mas complaciente en la mañana – amenazó Mauricio mientras Brose se colocaba su traje negro estilo policía.

- Ya duérmete – dijo Ambrose terminando de colocarse el saco y amarrando su corbata para salir.

Ambrose una vez vestido y listo salió del cuarto para tomar su puesto, aunque el regresar a su guardia no era la verdadera excusa para salir de su cama, salió de la habitación y checo el perímetro para que nadie lo oyese, una vez que se cercioro de que nadie estuviera cerca y cuando creyó conveniente, coloco uno de los botones que tenían en su muñeca y en clave morse marco "oso a cueva, oso a cueva" esperando a contactar a uno de sus compañeros de trabajo y gran amigo.

La respuesta no tardo en llegar en su auricular en el oído de Ambrose.

- Aquí cueva a oso, aquí cueva a oso, como esta todo por ahí – contesto uno de sus compañeros de Ambrose.

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⏰ Última actualización: Feb 05, 2021 ⏰

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