Orígenes [#1: TRILOGÍA ABBADON]

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Ayer en la noche había llegado Víctor Cortaud según lo que me contó mi abuela y lo poco que me dijo el hombre lobo, él es un alfa y además le da protección— aunque dudo que la necesite ya que es un bruja —a mi abuela.

—Miriam concéntrate en el hechizo, esta es tu primera vez haciendo algo así y necesito que toda tu mente esté en la tierra frente a ti.

Desde que el primer rayo de sol apareció mi abuela me despertó para comenzar a practicar hechizos, me dijo que íbamos a ir por los más simples que son los de hacer crecer flores o árboles.

Ella antes de darme la tarea de practicarlo hizo crecer un enorme laurel al costado de la casa en donde podía ver al hombre lobo sentado en los escalones para ir a la casa.

Respire profundo y vi la tierra removida en el suelo donde mi abuela había puesto una semilla para hacerla crecer.

Tengo que visualizar que la semilla emerge de la tierra y crece en un enorme manzano, sí, ¿es sencillo no? 

—Paulo paululum aqua hydrate sol calefacere crescit arbol puchra velut lilium —termine de pronunciar el hechizo y pude ver que estaba funcionando. Seguí visualizando lo que quería logar, pero fue más impresionante el ver como aparecía un pequeño árbol frente a mi. 

Hice magia, mi mente no terminaba de procesarlo, aunque mis ojos lo estuvieran presenciando mi mente decía que solo soñaba. 

—Es más pequeño de lo que había imaginado —comento Víctor mientras sacudía su pantalón. 

—Es la primera vez que hago esto —murmure un poco apenada, pero porque me siento apenada por no poder cumplir sus expectativas. 

—Lo hiciste bien Miriam —esta vez hablo mi abuela que me daba una palmada en la espalda demostrando su apoyo. 

Soy una bruja, ¿Por qué no me siento aterrada? Si las personas supieran sobre eso me quemarían viva. 

—No dejaríamos que nada malo te pasara pequeña Miriam. 

Me sobresalte al escuchar la voz de Víctor tan cerca de mi, ¿Cómo puede ser tan silencioso? Además como sabia que exactamente estaba pensando en eso, ¿pueden leer las mentes?  

—¿Cómo es que sabías que pensaba en eso? —pregunte, sentía curiosidad. 

—Eres muy expresiva pequeña Miriam, o por cierto Darko cree que eres muy tierna. 

—¿Darko? ¿Quién es Darko? 

—Es mi lobo —ah, a eso se había referido la abuela al hablar sobre la doble conciencia de algunas criaturas. 

Aunque lo único que me explico fue que los hombres lobo tiene dos personalidades o espíritus, la persona y también esta el lobo que hace que se conviertan. 

Me encantaría ver como se transforma, pero la abuela dijo que algunos lobos son muy conservadores y solo dejan que los vean su pareja destinada. 

Claro que cuando tienen que salir a pelear eso no debe de ser un inconveniente. 

—Miriam, tienes que dominar este pequeño hechizo para poder seguir con los demás que tengo preparados para ti —volvió a hablar la abuela que estaba sentada en el verde pasto. 

Pude notar como la hierba crecía justo alrededor de ella, era como si solo su presencia fuera magia y la naturaleza la sintiera y comenzara a protegerla. 

—Ven te contare algo —y palmeo a su lado haciendo que la hierba creciera desmesuradamente, por un instante quede en estática al ver que un simple movimiento podía producir magia.