CAP 1

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Me despierta el sonido de la puerta al abrirse e inmediatamente abro los ojos volteando hacia ésta. Ahí se encuentra mi mamá.
— Rory ¿No vas a ir a trabajar?— pregunta casi esperando que mi respuesta sea "no" para volver a dormirse, la conozco.
Me siento rápidamente y veo la hora en mi celular. -7:50 am-
—¡Si mamá! Ya es muy tarde pero me cambio rápido, ahorita te aviso cuando esté lista.
—Okay, te espero abajo.— Me responde con pesar.

Puta madreeee ya es bien pinches tarde. Una disculpa por mi lenguaje siempre he sido una persona que maldice mucho, me da cierta sensación de liberación. Bueno la verdad solo se me salen y ya pero siento que siempre tengo que justificarme por eso porque muchas personas me han dicho que "una dama no dice maldiciones."
Pues que chinguensumadre eso no me hace menos dama.
¡Es increíble! Voy tarde al trabajo y yo pensando todo este tipo de estupideces, sigamos.

Me levanto de la cama y me río al darme cuenta que estaba pensando todo eso mientras veía a mis pantuflas sin parpadear, me desespera cuando pasa eso pero aún así me río de mi misma.

No alcanzaré a bañarme, pero igual me bañé ayer en la noche así que no importa.
Me dirijo al baño y me cepillo los dientes, lavo mi cara y regreso a mi cuarto. Me pongo el uniforme que consiste en una blusa negra con el nombre y logo del Café en el centro y mi nombre a la altura del pecho, unos pantalones ajustados de color negro y unos tenis si, también, de color negro. Digamos que mis jefes no querían batallar.

Regreso al baño y recojo mi cabello rojizo en un chongo alto. ¡Lista!
Observo mis ojos color miel, se ven cansados. Aún así, no me maquillo porque me da flojera además no me interesa que me vean así, voy a trabajar no creo que ahí conozca al amor de mi vida y si de verdad es el amor de mi vida le voy a gustar así, toda fodonga y sin maquillaje.
¡Wow! Casi me lo creo, quisiera en verdad ser así de segura pero la realidad es que no lo soy.

Bueno la principal razón por la que no me maquillo es que es un lugar donde normalmente van personas de la tercera edad, y claro, la flojera también es un factor que influye mucho.

El sonido del auto al encenderse me saca de mis pensamientos. Otra vez divagando y ni siquiera me di cuenta de que bajé las escaleras, salí de mi casa y me subí al auto. Mi mamá empieza a conducir y yo empiezo a imaginar historias.
Me da un poco de vergüenza tener 20 años y que mi mamá tenga que llevarme al trabajo porque no sé manejar. Ya todos mis amigos manejan y tienen su propio auto. Pero es que cuando mi mamá trató de hacerlo fue verdaderamente difícil. El auto es estándar y cabe recalcar que soy una persona muy impaciente y brusca, entonces pisaba muy fuerte el acelerador. Para resumirles, casi chocamos y mi mamá prefirió llevarme a todos lados en vez de que "nos mates a todos" como dijo ella, si, un poco dramática mi madre.

Llego al trabajo y me preparo para salir del auto.
—Te quiero hija, que tengas un buen día.
—Yo también mamá, igualmente.
Bajo del auto y entro al establecimiento.

—Hola— saludo a mi compañera de trabajo.
—Hola, al fin llego antes que tú— dice riendo.
— Lo sé, se me hizo tarde. Perdón.— respondo apenada. Siempre llego tarde a todos lados menos al trabajo, me gusta ser responsable en ese aspecto.
—Ay no te preocupes yo siempre llego tarde, jaja.
—Jaja si, ya me tocaba.

Preparamos todo para empezar el día y las personas empiezan a llegar.

Después de 8 hrs acabó la jornada laboral, nada especial, no encontré al amor de mi vida. ¿Ven? Todo normal y ordinario.
"Ordinario" esa palabra seguía haciendo eco en mi cabeza y me molestaba pensar en ella.



Un pequeño recordatorio, cuídense lqm.

Un pequeño recordatorio, cuídense lqm

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AuroraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora