CAP 6

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—Ya te conté parte de mi historia, ahora te contaré lo que sé de la tuya.— dice mirándome a los ojos.

—Está bien, te escucho.— digo con escepticismo.

—Tu eres descendiente de la bruja que nos maldijo, la misma que nos ayudó a controlarnos. Su nombre era Moira Belenus. Nació en una aldea cercana a la nuestra.

—¿Y qué tiene que ver una bruja austriaca o no sé ni siquiera de donde sea, conmigo? Ni siquiera somos del mismo continente.

—De hecho en ese entonces era el reino Nórico, pero si básicamente es lo que ahora conocemos como Austria. Y yo sé que parece casi imposible, pero los descendientes de Moira huyeron a diferentes partes de Europa debido a las guerras y ataques germánicos. Con el tiempo el apellido Belenus desapareció ya que como sucede en muchos casos, el apellido de los hombres es el que sustituye al de la mujer al contraer matrimonio. Moira es ascendente de tu padre y tu padre es alemán por eso tu apellido es Müller. El vino a vivir aquí un tiempo y conoció a tu madre, desconozco el motivo de su partida pero eso es todo lo que sé sobre él.

—¿Él...sigue vivo?— pregunto con una extraña mezcla de esperanza y rencor.

—No lo sé.— responde con un suspiro.

—Continúa— digo fríamente ignorando las punzadas en mi pecho.

—Todos los descendientes de brujas pueden ser brujos, especialmente de una bruja tan poderosa como Moira. Algunos nacen solo con dones o lo que llaman "sexto sentido" cosas como saber cuando alguien miente o tener presentimientos. Otros como tú, nacen con gran poder y dones. Un poder que otras criaturas sobrenaturales podemos sentir.

—Nunca he podido hacer nada "mágico". No tengo ese poder del que hablas.

—Tu poder está apagado, como si estuviera dormido. Hay muchas brujas en el mundo que nacen y mueren sin saber lo que son. Como si esa parte de ellos quisiera esconderse. Normalmente pasa cuando nacen en familias que no tienen conocimientos sobre magia.
Por otro lado, hay miles de brujas y brujos que nacen en aquelarres y al crecer rodeados de magia, su poder no se esconde.

Lo miro pensativa mientras analizo toda la información. Quiero hacerle muchas preguntas pero no puedo formular ninguna en mi cabeza, así que solo continúo en silencio.

—Tu poder es tan grande que puedo sentirlo aún estando apagado. No se siente a kilómetros pero cuando estoy cerca de ti siento tu energía. Sé que sueñas que tienes poderes, que vuelas y sé que cuando despiertas puedes sentir en tus pies como se siente volar. Es tu poder tratando de despertarse a sí mismo, y aunque no dudo que sea muy poderoso, no puede hacerlo solo. Necesita algo que lo active. Y ese algo puedo ser yo.— dice poniendo su mano en mi hombro.

—¿Por qué querrías tú ayudarme a activar mi poder? ¿Qué es lo que de verdad quieres?— muevo mi hombro para que quite su mano. Tímidamente la retira y mira hacia otro lado.

—Quiero encontrar a mi Mate.

—¿Qué? Mate. ¿Como en los libros?— lo cuestiono confundida.

—Si Aurora, como en los libros.— responde con fastidio. —Como soy mitad hombre lobo, tengo un Mate. Una compañera de vida asignada para mí y yo fui asignado para ella por la diosa luna. Tengo miles de años esperándola.

—¿Y qué tengo que ver yo con todo esto?

—Te contaré.— dice levantándose del sillón. —Te dije que Moira me ayudó a controlarme, como vampiro y como hombre lobo. Yo era el más difícil de controlar de mis hermanos, ellos ya podían controlarse y yo no, estaba tan lleno de ira. Moira me contó de mi Mate y dijo que la usara para controlarme, que luchara contra mis instintos para poder ser digno de ella. Pensar en ella era lo único que me hacía sentir vivo, humano. Y cada vez que perdía el control pensaba en ella, era mi ancla. Pasaron miles de años, muchos años esperándola hasta el punto de volverme loco. Años que vivía con miedo de que ya hubiera muerto y yo ni siquiera la había podido encontrar. Así que me rendí. Empecé a tener relaciones sexuales con cualquier chica que conocía. Siempre tuve una fuerte atracción por las brujas y ellas por mí. Así que digamos que mantuve relaciones sexuales con muchas de ellas. Grave error.

—¿Qué pasó?— pregunto un poco molesta. ¿Por qué estoy molesta?

—Keira, una de ellas, se enamoró de mi. Pero yo no podía estar de esa forma con ella, ni siquiera quería. Muy en el fondo yo seguía esperándola, esperando a mi Mate. Podía tener relaciones sexuales sin importancia con cualquiera pero, ¿amar? no podía, no la amaba. Así que se lo dije, fui honesto con ella y ella no lo tomó de la mejor manera.

—¿Qué hizo?— pregunto desesperada. Putamadre me encanta el chisme. ¿Y ahora chisme de brujas y vampiros? Cien por ciento más interesante.

—Nada, no hizo nada. Salió enojada y dijo que se vengaría pero por años no supe de ella. Cuando me declaró su amor hizo que recordara a mi Mate y la emoción de encontrarla volvió a surgir. Así que busqué a otra bruja, Alana. Una bruja cuyo don más grande era la adivinación y predecir el futuro. Fue ella quien me dijo que mi Mate aún no nacía, que nacería en la tierra de los Mayas y que mi lobo sentiría el momento en el que ella naciera. Que él sabría cuando ella llegara a este mundo. Así que hace muchos años me mudé aquí, por eso comprendo muy bien el español.

—¿Y aún no lo has sentido? Su nacimiento.— pregunto con una opresión en mi pecho, como si sintiera ¿celos?
¡No, es imposible lo acabo de conocer y es un loco!

—No, Keira me encontró y me maldijo. Usó un hechizo tan poderoso y difícil de romper. Ella durmió a mi lobo y desde ese entonces me es imposible transformarme. Tampoco puedo comunicarme con él, es como si no estuviera ahí. A veces pienso que murió.— lo veo a los ojos y puedo sentir su tristeza. Él aparta la mirada y toma asiento en el sillón de en frente.

—Mi lobo era quien sentiría el nacimiento de mi mate, el que la encontraría. Keira me condenó para que nunca pudiera encontrarla además de que cada luna llena mi cuerpo sufre y no puede completar su transformación.

—Así que quieres que deshaga la maldición.— concluyo.

Él asiente.

—Dijiste que mi poder está dormido y que tú puedes ayudarme a activarlo. ¿Cómo lo harás?

—Tienes que tener contacto con lo sobrenatural para poder activarlo, pero no cualquier contacto. Tu cuerpo tiene que sentirse en peligro para que el poder se despierte.

—Leí que una de las funciones del miedo es hacer que despiertes y que reacciones. ¿A eso te refieres?

—En parte si, el miedo ayuda. Pero estaba pensando en algo más efectivo. El dolor.

—Ah no, no, no. No, gracias. ¡Ves como si querías hacerme daño! Y yo de pendeja
que vine a escuchar tus tonterías.— Me levanto del sillón y él hace lo mismo.

—Escucha no estoy hablando de mutilarte o algo así. Necesitas algo sobrenatural que combinado con dolor, active tu poder. Considerando que sea algo que no te mate y que no duela mucho. Yo al ser vampiro puedo ofrecerte exactamente eso.

—Una mordida.— digo esperando que sea una broma pero su mirada me confirma que estoy en lo correcto.

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⏰ Última actualización: Feb 09, 2021 ⏰

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