Todo ocurrió tan de repente.. Me sentí completa un segundo y completamente vacía al siguiente..
No se qué es lo que se espera de mí, y tampoco sé si quiero complacerlos.
Se supone que tenemos que centrarnos en.... En qué? Los estudios? En crear vínculos afectivos? O simplemente en... En no destruirnos a nosotros mismos mientras nos arrasa la sociedad?
Hoy es uno de esos días raramente tristes en los que te lo cuestionas todo. No es como si estuviera lloviendo o nevando ni nada remoto. Hoy era un buen día, aún lo es pero solo me siento apartada de todo, como si fuera omnisciente, nadie es consciente de mi presencia y lo vigilo todo a distancia. Veo la crueldad en las palabras del chico que siempre parecía deleitar con sus amables palabras. Veo las lágrimas de risa, felicidad en los ojos de la chica que siempre está triste. También me veo a mi misma, perdida un punto fijo, intentando no prestar atención a nada, cuando todo me supera. "No se qué hacer." pienso mientras miro a la nada, escucho canciones de fondo, en lo más remoto de mi mente.
"No me agrada." Es el conjunto de mis pensamientos, de los más coherentes e inexpresivos. Es ese tipo de pensamiento que te dan ganas de hacer algo. Algo grande y significativo... Correr, liberarte, gritar hasta que te quedas sin voz... Algo que se note pero sin realmente prestar atención.
Alguien te habla, te saluda, y se preocupa por ti, y sientes una pequeña chispa de esperanza, aunque sabes que realmente no se siente bien, falta algo. "Bienvenida a la rutina" , piensas mientras mueves la mano rápidamente para tapar un sollozo.
Y otro día pasa.
