quiero saber de ti

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No me  podía estar pasando esto a mi. Volví a repasar mis bolsillos, pero nada. Ignorando las llamadas de mi vecino completamente gruño desesperada

- Theresa, Theresa mirame- me dice cogiendome de las muñecas. Lo miro y me vuelvo a perder en su mirada. - que pasa

- he perdido las llaves- admito suspirando. Noto como suspira de alivio y rie- de que te ríes? No hace gracia... - le miro enfadada

- tendrías que haberte visto-

- sigue sin hacerme gracia.- dijo separándome de el.

- esta bien esta bien- dice suspirando. - donde las dejaste.

Hago un esfuerzo por recordar, pero no me acuerdo de nada. Suspiro derrotada

- se me han debido de caer... - digo para mi misma, poniéndome las manos en la cara.

- llama a shandel, aver si así puedes ir a por unas llaves y entrar- sugiere. Lo miro por entre los dedos de mis manos y sonrío. Cojo el móvil y marco su numero, pero me envía directa al buzón de voz. Maldigo por lo bajo y lo  vuelvo a intentar, sin éxito

- no me lo coge la muy puta, seguro que esta zorrreando por ahí con algun tio.-en cuanto digo esas palabras me arrepiento y me giro con miedo hacia mi vecino, esperando verlo enfadado, pero se ríe.

- zorreando por ahí? -

- perdón- susurro, avergonzada. Pero el solo ríe mas

- si, lo más seguro Es que este zorreando por ahi- admite. Lo miro incredula

- es tu novia...- el me mira sin comprender. - olvidalo- digo resignada. El suspira

Me siento en el suelo y me mira extrañado.

- que haces? Pregunta.

- esperar a que shandel vuelva.- le contesto sin mirarlo

- de eso nada- escucho que dice. Levanto la vista justo en el momento que me tiende una mano- señorita borg  esta usted invitada a pasar una tarde en casa de este monumento- dice señalándose. Me río y dejo que tire de mi. Nos volvemos a  meter bajo el aguacero y corremos hacia su casa. Cuando abre me quedo parada en la puerta. El se ríe y me empuja dentro. La casa es simplemente, magnifica. A la derecha se encuentra la cocina, justo entera de negro, al otro lado se encuentra el salón, una televisión enorme ocupa una pared entera, y miles de películas y discos se encuentran apilados en una estantería. Los sofás son de cuero negro al igual que la mesa baja. Cuando entro en la estancia no puedo evitar soltar un gritito de exclamación. Una de las paredes esta forrada de fotos, pero la que da a la calle son unos grandes ventanales que ocupan la pared  entera. El se ríe y me llama

- deberías subir a ducharte.- lo miro alzando las cejas- oh vamos, admite que tienes frío y una ducha relajante no te vendría nada mal... - me quedo pensando. Era cierto, deseaba poner mis pies helados en agua caliente.

Ladee la cabeza y asentí lentamente.

- pero no tengo otra ropa, einstein. - digo retándolo.

- hay ropa de sobra en el cuarto de mis padres- lo miro sin comprender.- cuando mi madre murió mi padre se negó a tirar sus cosas, a si que dejo toda la ropa en los armarios.- suspira- a demás mi prima martha viene a vernos de vez en cuando y se queda en el cuarto libre, que esta decoradoa a su gusto, y se pone la ropa de mi madre.

Asiento y le sigo escaleras arriba. Hay unas cuantas puertas a ambos lados del pasillo, pero me lleva a la mas alejada de todas.

- este es el baño, usalo a tu gusto. La primera puerta ala derecha da al cuarto de mis padres. Estaré abajo, no tardes mucho- dice guiñando un ojo. Suspiro como una tonta y entro en el magnifico baño.

que dificil es vivir enamorada de tu vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora