Christopher Bang es un cazador que mata por dinero. Un alfa feroz y dominante, intimidante para unos, mientras otros lo visualizan como un dios griego.
Como un alfa tan dominante tratara a un frágil y delicado omega.
-Me has secuestrado
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La dinastía Yang llevaba varios siglos gobernando, aun que en sus inicios fue una de las más poderosas, a tal punto que abarcaba casi la mitad del país, pero, con el tiempo se ha ido debilitando, ya sea por los gobernantes que tuvo o las guerras que amenazaban con derrocar el reino
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Rayos del sol entrando por su alcoba, pajarillos merodeando por el reino, criados corriendo de un lado a otro por el castillo, una manta suave y sedosa cubriendo su hermoso cuerpo, mechones de cabello cayendo por su frente cubriendo sus ojos.
-Jeongin Shi, despierta hermano, ya es hora- Yiren trataba de despertar a su hermano menor, con leves golpecitos en su hombro. Jeongin se levanta adormilado
-Si noona- sonríe de lado, pero de pronto se borra su sonrisa
-No estés triste hermano, sabíamos que sucedería- dice mientras acomoda los cabellos del pelirosa, habla nuevamente antes de que su hermano diga algo -es duro no es así-
-En que sentido- ella niega triste, apoya su cabeza en su hombro
-No es como si no me importara el reino, es solo que no es justo- Jeongin trata de reprimir sus lagrimas
-Lo se hermanito- Lo abraza sorprendiéndolo, no es como si siempre se abrazaran o se demostraran cariño, incluso eso les prohibían, correspondió el abrazo triste
-Vamos es tarde- Yiren toma su mano y sonríe triste
Jeongin no estaba listo para ver a su hermana partir, partir con alguien que no amaba, hoy sería el día de su boda con el Conde del Reino vecino, según su padre aseguraría muy buenos aliados. Si su abuela estuviera viva jamás permitiría semejante acto
Todo estaba listo para la ceremonia, Jeongin vestía con un saco levita de color azul claro, una camisa blanca de volados y unos pantalones angostos de un tono oscuro como la noche. Toda la familia real estaba reunida en el altar donde la luna iluminaba su resplandecer, el y sus hermanos estaban en la parte de enfrente. Ningunos de sus hermanos lucia feliz, pero debían esconder sus sentimientos detrás de una máscara.
