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Habían comenzado la gira apenas hace dos semanas y ya habían estado en dos ciudades diferentes, dieron cuatro conciertos en total y cada uno fue mejor que el anterior. Si bien el primer día se había tratado de nerviosismo y ansiedad, los cuatro lo habían llevado bien, ellos tres como grupo estaba más acostumbrados que Taehyung, quien después de haber tenido una crisis nerviosa, se había adaptado a los cambios y nuevas experiencias, aunque se la pasará alegando que no estaba listo, siempre terminaba los shows queriendo que el siguiente llegara, esta vez no era la excepción.

Aterrizaron en Japón casi al inicio del día, se habían levantado muy temprano entre protestas con el hyung de todos, quién lamentablemente no podría acompañarlos en ese tour. Manager Bang no era una mala persona, podrían considerarlo un igual a su Jin hyung pero claramente las cosas no eran lo mismos, si bien las cosas cambiaban ligeramente, el menor de todos podía llegar a sentirse agobiado por las situaciones y pedir de su hyung quien se había vuelto tan cercano a él que se había encargado de llamarlo todos los días antes y después de cada presentación que dieran. El lazo entre los cuatro se fortalecía con el pasar de los días, pero la amistad que tenía Taehyung con Seokjin era única, por supuesto que el menor se llevaba bien con Namjoon, aún conservaban su maratón de películas y con Hoseok cada día se abría más, habían salido a comer un par de veces y el mayor se había encargado de enseñarle al otro algunos cuantos pases de baile, solo por pasar el tiempo. Por otro lado, su relación con Yoongi no era del todo amistosa, y cualquiera que los viera podría notarlo, a excepción del mismo Taehyung, quien había tenido problemas para creer que sus expectativas no estaban en el cielo y estaba imaginando cosas. Yoongi había tratado de todo, esta vez había tomado la iniciativa, algo que por más cliché que resulte, jamás lo había hecho, nunca se había visto en la posición de perseguir a alguien, al contrario, en más de una ocasión le había pedido a otra persona que le diera su espacio.

Esta vez era diferente, sentía la necesidad de ir en busca de Taehyung, de asegurarse de que estuviera bien y de cuidarlo, de enseñarle cosas nuevas y ver la manera en que sus ojos se abrían con asombro al aprender cosas que desconocía, o la manera en que reía cuando le decía una broma y sin olvidar cómo sonreía cuando Yoongi lo elogiaba, sus mejillas siempre encendiéndose dándole un aspecto adorable. Sin duda alguna Yoongi estaba perdido.

Pero realmente perdido, porque al parecer sus intentos eran inútiles, por más que intentaba acercarse al menor, este parecía alejarse cada vez más, especialmente en las últimas semanas, justo después de juntar toda su valentía e invitarlo a salir, cosa que terminó en un mal entendido y se arruinó, al final creyó haberlo arreglado, cuando por fin habían tenido tiempo para ellos solos y se besaron. Se besaron por minutos, minutos que se sintieron como horas y ambos habían correspondido, Taehyung se había dejado llevar y había dejado que el otro lo guiara en tan intimo acto, le había dado su confianza y le mostró su lado más vulnerable, en ese momento fueron uno solo, estaban unidos completamente y las señales estaban ahí, eran tan claras pero Taehyung las había pasado por alto. Apenas y le había dirigido la palabra después de eso, el menor parecía huir de él cada que lo veía, siempre daba la vuelta cuando estaban por chocar caminos, encontraba la excusa perfecta para poder pasar tiempo lejos de él, eran excusas tan perfectas como las que Yoongi alguna vez dio, estaba ocupado ensayando, haciendo prueba de vestuario o teniendo juntas con el personal, no podía decirle que no a algo que conocía tan bien.

Así que cuando Taehyung lo contactó pidiendo que se reunieran, por supuesto que su ansiedad le dio una mala jugada y lo había hecho enloquecer por una semana. Había pensado en todos los escenarios posibles que podían pasar. Lo iba a rechazar y decirle que no le correspondía o iba a decirle que le daría una oportunidad y podrían intentarlo, también se había puesto a pensar en cómo su manager podría incluso a llegar a meterse en el asunto y terminar separándolos, pero había sido una idea tan absurda que el mero pensamiento lo había hecho reírse y olvidarse de que se estaba torturando mentalmente. Por eso necesitaba saberlo, necesitaba saber si podía seguir haciéndose ilusiones o debía parar de una vez por todas.

¿Qué hice? (Taegi/Yoontae AU) TERCERA PARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora