408.-

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—¿De verdad es necesario que vaya? —Preguntó por lo que sería la quinta vez en un lapso de diez minutos, teniendo un poco de esperanza cada vez que lo hacía, a pesar de haber tenido respuestas afirmativas, algo dentro de él pensaba que si insistía podía hacer cambiar de opinión a sus mayores y recibir una respuesta negativa de su parte. Pero al parecer no era su día de suerte.

—Que sí. —Repitió en respuesta, arrastrando las palabras y alzando ligeramente la voz, terminando por pasarse las manos por la cara antes de fijar la mirada en el menor, quien apartó los ojos apenado sintiendo como sus mejillas se calentaban. —¿No quieres ir? —Se encogió de hombros en respuesta. —¿Qué significa eso?

—Significa que no sabe, deja de presionarlo. —Habló el pelimenta en cuando entró a la habitación, yendo directamente hacia el sofá donde el menor estaba sentado mientras estiraba la mano que sostenía una botella de agua, ofreciéndosela antes de tomar asiento a su lado en cuanto la tomó —¿Por qué no quieres ir, Taehyungie?

Un suspiro salió de sus labios, provocando que el pelirosa rodara los ojos, ganándose una mirada de irritación por parte del mayor, haciéndolo rodar los ojos de nuevo antes de cruzarse de brazos.

—Nunca he ido a un evento así... —Un sutil susurro abandonó los labios del menor, lo suficientemente claro para que le escucharan pero con el tono suficiente para mostrar su timidez.

—Siempre hay primeras veces para todo. —Le alentó, acariciando su espalda con delicadeza intentando confortarlo, ganándose una risa burlona de su compañero. —¿Tienes algo que decir, Namjoon? —Preguntó frunciendo el ceño, lo que solo provocó que el contrario volviera a rodar los ojos. —¿Tienes un tic?

—A veces me asquean. —Respondió con fingida repulsión en el tono de su voz.

—Si no vas a decir algo que lo tranquilice y haga ver que no va a pasar nada si va con nosotros hoy, mejor vete.

—Te está manipulando. —Dijo claro, ganándose la mirada del menor, quien solo lo vio con asombro y traición, frunciendo ligeramente el ceño. —Mírale los ojos.

—Mhm... —Murmuró, conectando su mirada con la del castaño quien se limitó a parpadear con pesadez y adornar sus labios con un ligero puchero. —¿Qué tienen sus ojos?

—Tú dime. —Dijo obvio, apuntando al menor con ambas manos mientras señalaba su rostro.

—Son lindos. —Sonrió en cuanto las mejillas del contrario se tiñeron de aquel tono carmesí con el cual comenzaba a familiarizarse.

—Por eso hace lo que quiere.

—¿Qué tiene de malo que haga lo que quiere? —Preguntó apartando su atención del menor, dedicándose a beber de su propia botella de agua.

—Ya preguntó como diez veces por qué debe ir y las diez veces le expliqué porqué y en la segunda lo aceptó, solo está intentando manipularte a ti para que le digas que no debe ir porque siempre haces lo que él quiere. —Dijo con rapidez, alzando la voz en cuanto hablaba, moviendo las manos con desesperación.

—¡No es cierto! —La voz del acusado se hizo notar en cuanto la alzó, frunciendo completamente el ceño acto que pudo haberlo hecho lucir intimidante de no ser por el puchero que cubría sus labios.

—¡Pero tú mismo me dijiste que ibas a usar tus ojos de perro atropellado para hacer que te dijera que no debes ir!

—¿A quién le dices que tiene ojos de perro atropellado?

—¡No lo negó! —Sonrió victorioso, provocando que el contrario abriera ligeramente los ojos en realización.

—Hyung... —Alargó la palabra, marcando el puchero en sus labios y mirando con ternura al pelimenta.

—Deja de hacer pucheros, Taehyungie. —Pidió entre risas, completamente entretenido por la pequeña escena que los más pequeños estaban haciendo.

—Los dejo de hacer si me dicen que no debo ir con ustedes. —Propuso, parpadeando repetitivamente agregando dramatización a su acto.

—Es importante que vayas y veas cómo funcionan las cosas en un evento así. —Explicó, intentando que sus acciones no tuvieran efecto en él.

—Pero ya sé cómo funcionan las cosas en eventos así.

—Acabas de decir que nunca has ido a uno. —Le recordó, arqueando una ceja.

—O sea sí, pero tengo amigos que si han ido y me han dicho lo que pasa, es casi como si hubiera ido a uno.

—Casi. —Repitió, soltando un suspiro. —Solo serán un par de horas, lo único que tienes que hacer es sentarte ahí, esperar a que termine y listo.

—No quiero molestar a la gente que no quiere verme ahí... —Susurró, siendo aquella ultima frase lo que pareció hacer click en el cerebro de ambos mayores, quienes compartieron una mirada rápida antes de hablar.

—Taehyungie... —Empezó el pelirosa, acercándose cuidadosamente y terminando por ponerse en cuclillas frente al menor, quien se limitó a encogerse aún más en su lugar, avergonzado. —No estarás solo en ningún momento, nosotros estaremos ahí, hay más staff que nos ayuda... Hay Moon's, tal vez puedes platicar con ellos.

—Yo me encargaré de cuidarte personalmente. —Se ofreció, tomando una de sus manos libres y dándole un ligero apretón para llamar su atención, lo cual funcionó casi en un instante, provocando que el menor paseara su tímida mirada entre los dos. —Sabes que quiero cuidarte, Taehyungie... —Repitió en un susurro íntimo, olvidándose por completo de la tercera persona en la habitación.

—Mhm... —Murmuró, mordiéndose el labio antes de asentir con la cabeza. —Está bien.

—Asco. Me dan asco. —Volvió a repetir el pelirosa, ganándose una carcajada por parte del menor, provocando que su cuerpo se sacudiera ligeramente, la dulce melodía despertó sus sentidos, notando cómo el rostro del castaño se teñía poco a poco de un adorable color rojizo, siéndole imposible apartar la mirada de sus facciones en cuanto notó cómo olvidaba sus preocupaciones y comenzaba a platicar de manera juguetona con el contrario, todo esto mientras mantenía el agarre en su mano, dedos entrelazados como si estuviesen hechos para moldearse perfectamente los unos contra los otros, la calidez que su mano emanaba se asemejaba a la que su corazón sentía en cuánto lo veía feliz.

Definitivamente se iba a encargar de que Taehyung no perdiera su sonrisa nunca.

¿Qué hice? (Taegi/Yoontae AU) TERCERA PARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora