𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙽𝙾𝚅𝙴𝙽𝙾

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El primer acercamiento fue algo agresivo pero no fue un total fiasco como Joohyun pensó que sería, solo hubo un problema...

¡Kang Seulgi no deja de ser una idiota inocente incapaz de ver sus intenciones!

Decirle a alguien que ojala fuera una pintura para ponerla contra la pared no es algo que se diga en forma de amigas o siquiera de chiste, y aunque sea patético tuvo que haber dado una señal de que Joohyun está intentando algo, pero Seulgi es muy ciega para verlo.

¿O no?

Tan solo ayer fue esa situación durante la clase de composición plástica, ahora la mayor tiene otra oportunidad de sacar a relucir sus entrenadas agilidades en el arte de la seducción.

En el cafetín con una Yerim gruñendole a Yooa que acaba de pasar y Wendy analizando toda la situación sentadas en la mesa de atrás, Joohyun ve su momento de brillar.

ㅡSeulgi-ah.

ㅡ¿Ocurre algo, unnie? ㅡla pelinegra que estaba concentrada estudiando una paleta para su próxima pintura mira a su mayor sabiendo lo que le espera.

Seulgi no puede negar que el comentario de ayer la saco algo de lugar, aunque no para mal. No pensó que Joohyun iba en serio con lo de conquistarla.

Consideró que solo sería una idea sin futuro ya que en sus ojos Joohyun es alguien con sentido común que no se dejaría manipular por las desastrosas ideas de la chica perro traumada y de la Casanova asquerosa.

Pues el amor hace que hasta la vergüenza, el pudor y el orgullo se vayan por un tubo.

ㅡ¿Sabías que no puedes sonreír y respirar al mismo tiempo?

Seulgi puede jugar con los corazones que se le ponen en sus manos con bastante astucia, pero hay algo que no cambia entre su excelente actuación y su verdadero ser. Es increíblemente ingenua cuando de temas no románticos se trata.

Así que como la osa tonta que pretende ser y en realidad es, pone a prueba la palabra de Joohyun.

Una sonrisa capaz de iluminar hasta la pintura barroca más oscura y antigua se porta en los labios de Seulgi, el corazón de Joohyun no sintiéndose capaz de soportar tanta belleza.

Característica de la menor de poder sonreír con todo su rostro, sus ojitos despareciendo en líneas semi circulares y mejillas redondas definidas por la profundidad perfecta de sus comisuras. Una imagen que se quemará en la memoria de Joohyun como una fotografía en una cinta de filme en espera de ser revelada.

ㅡHey, pero puedo respirar mientras sonrío.

Un golpe contra una mesa se escucha pero no interrumpe el adorable momento entre las chicas en cuestión. Jisoo se encargará de hacerle saber a su amiga que deberá mejorar su juego si realmente quiere poner a la castaña a prueba, no darle las oportunidades en charola de plata.

ㅡEstaba bromeando, ㅡuna de las no muy comunes pero melodiosas risas de Joohyun llega como música para los oídos de la pelinegra. ㅡsolo quería verte sonreír, y déjame decirte, estoy complacida.

Vamos, Kang. Responde rápido antes de que se de cuenta de lo que no debe.

ㅡ¿Unnie?

ㅡDime.

ㅡ¿Por qué le robas frases a Seungwan?

Una risa, dos maldiciones, tres testigos de como cuatro segundos fueron suficientes para que los brillos de ilusión en la propia sonrisa de Joohyun se convierta en una mueca de incredulidad.

Una risa, dos maldiciones, tres testigos de como cuatro segundos fueron suficientes para que los brillos de ilusión en la propia sonrisa de Joohyun se convierta en una mueca de incredulidad

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❝𝐑𝐎𝐌𝐄𝐎 𝐘 𝐉𝐎𝐎𝐇𝐘𝐔𝐍❞ ─ seulrene [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora