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Debía admitirlo, Yeosang era un chico interesante más allá de su apariencia.

Seonghwa estaba recostado en su cama, contemplando el techo de su casa; por más que intentara sentirse como el protagonista de un película romántica, las risas y el ruido sobraban en su casa, y mucho.

Intentaba dejar de lado e ignorar por completo la poca serenidad en su hogar, por lo que esta vez pensaba en qué podría ser lo que lo detenía a escribirle a Yeosang.

Estaba agotado después de haber lavado todos los platos y utensilios que se habían ocupado en el restaurante durante toda la tarde, juraba aún poder sentir sus manos congeladas debido a el agua helada con el que lavó todo. Creía que Yeosang estaba siendo cruel con él a propósito, hasta que dieron las siete de la tarde y antes de irse, el dulce omega lo esperaba en la mesa con un plato considerablemente grande, el cual contenía bibimbap cocinado por Yeo.

Era irónico, había sido cortesía y un presente por parte de Yeosang, mas debía pagar lo consumido durante el almuerzo a pesar de todo.

Logró interpretarlo muy poco, ya que al parecer no solía ser sociable, pero era una muy buena persona con quienes conocía a pesar de ser tímido. Esperaba haberlo conocido más, sin embargo Yeosang no se atrevía a hablarle a menos que Seonghwa diera el primer paso y Hwa ni siquiera sabía de qué hablar.

Por eso se sentía extraño al estar nervioso por algo tan simple como escribirle a alguien, aunque claro, para el alfa no era solo alguien corriente; era el interesante omega que le gustaba.

Yeosang era tan neutro que el alfa no se sentía capaz de determinar si cuando Yeo lo veía, sentía desagrado o felicidad. Ni siquiera sabía por qué pensaba en esas cosas, no era como si se hubieran hecho amigos, aunque eso deseaba.

Decidió llamarlo sin pensarlo dos veces.

¿Hola?

Yeosang —Habló, esbozando una nerviosa sonrisa pese a que nadie lo veía—. Soy Seonghwa, lamento lo de mi amigo, si no hubiese exagerado todo, nada de esto podría haber ocurrido.

¿Qué quieres? —Preguntó a través de la línea. Su intención no había sido escucharse con desinterés, aunque así lo percibió el rubio.

—Tengo el dinero, iré mañana.

No dejó responder al omega ya que enseguida cortó la llamada, sintiéndose tan solo un poco aliviado.

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En su hora destinada a almorzar, caminaba sin prisa alguna hasta que por fin llegó al restaurante. No había tanta gente, por lo tanto suponía que sería fácil encontrar a Yeosang libre.

Ingresó al local sin sentir nerviosismo alguno, hasta que vio al omega salir del lugar que probablemente era la cocina. Llevaba un plato de jjamppong, precisamente la comida favorita de Seonghwa.

Tras servirle a una señora relativamente joven, Yeosang se acercó hacia el alfa, notando luego de unos segundos que se trataba de Seonghwa.

—Hola.

—¡Hola! Tengo el dinero, Yeosang.

—¿De qué estás hablando?

El rostro del alfa cambió en un instante, mostrándose confundido al no saber si se trataba de una broma.

—¿A qué te refieres? Al dinero que te debo.

Yeosang no respondió al analizar las palabras del rubio, ¿acaso estaba jugando con él? ¿Seonghwa se había olvidado del porqué lavó prácticamente una infinidad de platos?

—Ayer no lavaste todos esos platos sucios en vano. Así nos pagaste, recuerdo habértelo mencionado.

"A menos que... ¿Prefieres limpiar el piso o lavar platos?"

Claro, ¡claro! El omega lo había mencionado, aunque se podía considerar algo implícito. De todas formas se sentía como un bobo frente al chico que lo miraba, aunque no era tarde para remediarlo.

—Y bien. ¿Ordenarás algo o...? —Kang se mostró incómodo al no encontrar alguna forma amable para anunciarle que si no consumiría algo, debía dejar la mesa.

Si lo pensaba detalladamente, su mala comunicación tal vez lo transformaba en un mal camarero.

—De acuerdo, quiero un plato de jjamppong y también quiero invitarte a comer conmigo; después de todo no veo a tantos clientes.

Yeosang se mantuvo inexpresivo durante unos segundos, hasta finalmente encontrarse con la linda mirada de Seonghwa. Abandonó el lugar, dirigiéndose a la cocina para anunciar la orden.

Seonghwa se mantuvo con una expresión un poco incómoda, hasta notar que Yeosang volvía hacia donde se encontraba el alfa.

—Supongo que almorzar no me vendría mal... —Comentó, sentándose frente al rubio, quien sonrió victorioso.

Nuevamente una extraña y agradable sensación se instaló en ambos.

⩩✦ world of love ♥︎ [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora