I LIKE ME BETTER; yungi

― [17] ; diecisiete

Yunho era una persona muy paciente. Todos lo que lo conocían podían afirmarlo e incluso él mismo lo reconocía. La paciencia era una de sus más valiosas virtudes... pero la curiosidad era uno de sus principales defectos.

El mayor se moría de ganas de preguntarle a Mingi sobre aquella repentina e incosciente confesión que se le escapó en el baño el día que discutió con San, pero no quería presionarlo tampoco. En el fondo, esperaba que Mingi volviera a tener la confianza para repetir esas palabras sin que él tuviera que intervenir, y esperaría a que así fuera.

El sol estaba terminando de ponerse cuando el teléfono de Yunho comenzó a sonar. Era una lluvia de notificaciones —algo a lo que él no estaba acostumbrado— y no podía imaginarse quién sería o qué pudo haber pasado. Nervioso y  con algo de miedo, puso pausa a la televisión y tomó el aparato entre sus manos. 

[20:17] wooyoung:

voy a hacerlo
voy a hablarle a san
y confesarle todo lo que siento
TENGO MIEDO
ayuda
DESEAME SUERTE
tengo miedo

[20:19] wooyoung

YA LO HICE
NO HAY VUELTA ATRÁS

visto

Yunho exhaló; no se había dado cuenta que estaba conteniendo la respiración. Sonrió mientras le enviaba una respuesta de aliento a su mejor amigo, pues imaginaba el estado de nervios en el que debía de encontrarse, pero sabía que no había manera de que esto fuera a terminar mal. Los sentimientos que ambos chicos tenían uno por el otro eran innegables, solo falta que ellos mismos se dieran cuenta. 

No pasó ni un segundo desde que volvió a apoyar el celular en la mesa hasta que volvió a llegarle un mensaje. Asumiendo que era una respuesta de su mejor amigo agradeciéndole, no lo revisó. Volvió a dale play al episodio de Shingeki no Kyojin que lo estaba esperando y se dispuso a dar una pequeña maratón, pues tenía mucho con lo que ponerse al día. 

Apenas una hora había pasado y él se encontraba con toda su atención volcada en la pantalla y su cuerpo al borde del asiento. Toda la acción de la serie lo había atrapado, acaparando su total atención y haciéndole olvidar del mundo a su alrededor. No fue hasta que el sonido del timbre irrumpió su concentración que volvió a la realidad, algo sobresaltado. ¿Quién podría ser? ¿Wooyoung? Eso significaría una sola cosa: que San lo había rechazado y su mejor amigo había salido corriendo en busca de contención, pero Yunho sabía que no había posibilidades de que eso pasara. Entonces, ¿quién tocaba a su puerta? 

El timbre volvió a sonar, esta vez repetidas veces, lo cual solo logró alarmarlo aún más. Con el corazón algo acelerado, se levantó de su lugar y a pasos apresurados se dirigió a la puerta principal, tomando la precaución de mirar por el pequeño agujero en ella antes de abrir. Su corazón casi deja de latir en ese mismo instante, pues Mingi era la última persona que esperaba encontrar del otro lado. 

Antes de que pudiera comenzar a imaginarse qué hacía el menor allí, abrió la puerta, una expresión de confusión y preocupación plasmada en su rostro. Mingi saltó en su lugar, como si no estuviera esperando que la puerta fuera a abrirse en algún momento. Las puntas de sus orejas estaban teñidas de rojo, haciendo juego con su cabello. 

―Hola...

Yunho lo tomó de la muñeca antes de que pudiera decir una palabra más y jaló hasta que el chico estuviera dentro de su casa, cerrando la puerta detrás de ellos. 

―Es tarde, Mingi. ¿Qué pasó? ¿Estás bien? 

El menor no hizo más que sonrojarse, ahora toda su cara combinando con el color de su pelo.