océano?

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- ¿Cuál es tu océano?

JooHeon se sorprendió al notar que con una simple pregunta, el rostro de ChangKyun se apagó al instante. Sin darle tiempo a retractarse, volvió su cabeza hacia delante para evitarle. Quería que aquel brillo volviera, pero sus ojos se fijaron en las olas frente a él. La brisa se sintió aún más fría, las nubes taparon al sol, sumiéndolos poco a poco en la oscuridad. 

- Al olvido - su grave voz se notaba afectada, al igual que su amarga risa. 

JooHeon frunció el ceño. - Entonces asumo que todo lo que me dijiste es mentira. Si así de verdad lo creyeras, cumplirías con tus palabras...

- Son dos cosas distintas. - le interrumpió, seco. 

- Son exactamente iguales, ChangKyun. Ambos tenemos el mismo miedo y quieres hacerme creer que sabes de lo que hablas. No puedo creer que haya caído en las palabras de un hipócrita. 

- Tú tienes miedo a olvidar, yo temo ser olvidado. ¿No puedes ves que son dos cosas distintas? - sus palabras apenas se escucharon de entre sus dientes apretados. JooHeon guardó silencio, repentinamente avergonzado. - ¿Cómo recordarás a alguien que no puedes ver, que ni siquiera puedes reconocer? No soy nada JooHeon. Pronto olvidarás mi nombre, y ambos sabemos que mañana cuando despiertes no recordarás mi rostro. Si no hay que recordar, las palabras se las llevará el viento y todo quedará en el olvido.

- Puede que las palabras vuelen lejos aquí, pero sé que siempre volverán cuando necesite consuelo. 

- ¿Y por qué debería creerte? 

- Escúchate a ti mismo y encontrarás el por qué. Cada persona que me he cruzado dejó una huella en mí, tú dejaste una imborrable. Me hiciste mirar a través del dolor que me cegaba, y eso es algo que no olvidaré por más que no vuelva a verte mañana.

ChangKyun volvió a verle, el brillo que tanto buscaba ver se convirtió en lágrima. - ¿Cómo estás tan seguro? 

- Yo confié en ti, ahora te toca a ti confiar en mí

 Aunque tintada de angustia, una pequeña sonrisa volvió a iluminar el rostro de ChangKyun. JooHeon no estaba seguro de poder cumplir con sus palabras, mas no importaba. Sin importar que aquel no fuera más que un sueño, cada palabra se había grabado en su mente, en su pecho. Jamás olvidaría aquel chico.

 Los truenos llamaron la atención de ambos, las pequeñas gotas de agua comenzaron a caer sobre las olas. A pesar de la lluvia, JooHeon no se movió, quería seguir disfrutando de aquel momento. Sin darse cuenta, la gran mochila que llevaba en la espalda había desaparecido, dejándole respirar en paz. Sin embargo, el ver a ChangKyun levantarse le hizo centrarse en la realidad a su alrededor. 

- Levántate. - le ordenó.

 JooHeon sonrió al notar que ya no quedaba rastro alguno de pena en su rostro. Obedeciendo a regañadientes, se puso de pie. 

- Ahora quítate los zapatos. - con un suspiro se resignó a obedecerle, quedando descalzo sobre la arena húmeda. - Dime lo que sientes

Ya estaba llegando al límite de su paciencia. - ChangKyun, cuál es el punto de todo es...

- ¿Es dura? ¿Es suave? ¿Qué pasa si quieres caminar en ella?

Cerró sus ojos, fijando toda su atención en la arena bajo sus pies. - Es rasposa y cada vez que intento avanzar parece que me hundiré, pero... - sonrió sin notarlo. - no lo hago. 

- Ahora abre los ojos y dime lo que ves frente a ti. 

 Al abrirlos, el mar se alzaba imponente frente a él. Cada gota de lluvia, por más débil que fuera, caía sobre el agua, fundiéndose en uno solo. A pesar de la tormenta, el movimiento de las olas era constante, calmo. Respiró profundo, sintiendo el también sobre su rostro. 

- Tranquilidad - habló sin darse cuenta, maravillado por la sensación que recorría su cuerpo. 

 Por unos segundos, el silencio volvió entre ellos. La lluvia tomaba fuerza, pero eso no fue suficiente como para hacerles salir de la burbuja que ambos habían construido. JooHeon buscó la mirada de ChangKyun, encontrándose con aquel brillo tan especial. 

- ¿Ahora puedes notarlo? - el chico habló con voz profunda - El dolor no es lo único que puedes sentir

Sin saber por qué, JooHeon se dejó llevar por su intuición y tomó la pequeña mano del muchacho, ganándose una tímida sonrisa. 

- Aún debajo de la lluvia helada, tu mano sigue siendo cálida. 

 ChangKyun bajó la mirada, apretándole la mano para distraerle de su sonrojo. Por primera vez en días la cabeza de JooHeon logró alzarse, el dolor ya no le controlaba como horas antes. Era duro, y estaba seguro que lo seguiría siendo por mucho tiempo, pero sabía que los buenos momentos estarían con él, que ella seguiría estando. El olvido es inevitable, mas eso no significaba que él fuera capaz de olvidarla. Siempre seguiría allí, siempre le acompañaría sin importar cuando dura sea el camino. Cuando la lluvia se tornó más violenta, el chico volvió a apretar su mano, llamándole la atención. Sus ojos volvieron a encontrarse, ninguno dejó se sonreír. 

- Creo que es hora de que te vaya JooHeon. - aunque esa palabras no le sorprendieran, no quería irse; y ChangKyun lo había notado. - Sabes que es lo que debes hacer. 

- ¿Volveré a verte? 

- Siempre que me necesites voy a estar para ti. - prometió en un susurro - Vamos a cruzar este océano... juntos. 

 JooHeon le observó por unos largo segundos, queriendo grabarse su rostro a fuego en la memoria. No sería capaz de olvidarlo, pero aún así el miedo volvió a atacarle cuando ChangKyun soltó su mano. Quiso decirle que se quedaría, que no le dejaría, mas sus labios quedaron cerrados ante su penetrante mirada. Jamás olvidaría el negro de sus ojos al igual que cada palabra que le ayudó a abrir los ojos ante el dolor. 

 Dándole un último vistazo, JooHeon se dio la vuelta y se alejó entre la lluvia sin mirar atrás. ChangKyun estaría con él y era lo único que importaba.

Your Ocean // JooKyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora