Un día no podía dormir y elle había subido un estado en WhatsApp diciendo que necesitaba alguien para contarle algo, a si que le hablé y me dijo que le pasaba, le apoyé en todo y nos empezamos a hablar más a diario.
El 23 de julio de 2020 empezé a salir con una chica y cuando se enteró me contó que hace un tiempo habían estado juntas y que se llevaban bien aún, a si que un día que quede con ella le avisamos para que viniera un rato a vernos (mediados de agosto 2020). A partir de ese día seguimos quedando, cada vez más, al punto de vernos cada día, ya no me importaba si tenía que caminar 30 minutos para verle 5, quería verle. Cada día le acompañaba a pasear a su perro, quedábamos para las cosas más estúpidas, y eran la excusa perfecta para verle.
Era una época en la que yo no quería ni levantarme de la cama, creía que ya nada tenía sentido y que lo valía la pena estar aquí, y ahora estaba empezando a tener una motivación para seguir a delante, o al menos una que no me traía problemas.
Empezé a considerarle une amigue, prácticamente le unique que tenía en ese momento de verdad.