Vida

Primera Oleada

...En construcción, cada semana aspiro a hacer entre dos a tres historias... 

Vida

En el comienzo nada existía, los cielos y los mares aún no había sido imaginados. La geografía universal no era para nadie importante. No existía un microbio, ni un partícula de existencia pura en todo el universo. Lo que hoy conocemos no siempre ha sido así. Un universo "vacío", repleto de aventuras, de luces y explosiones por donde sea que miremos, pero ni rastros de seres inteligentes. Bajo nuestra concepción somos los dioses, pero vayamos un poco más atrás. Unos cuantos millones de años. 

La primera gran oleada tomó a todo el vacío, con toda su nada en su interior, de imprevisto, por sorpresa. Aquellos seres sin vida, sin conciencias, ni imaginación; algo fuera de nuestra comprensión. Habían sido desterrados por algo nuevo, bello e imprescindible en cada nuevo rincón. Civilizaciones en todas partes, conocimientos nuevos aparecieron de repente en la "conciencia" de Los Dioses, Elevados, Iluminados. Seres supremos, bajo nuestra inocente mirada, que sin necesidad de un cuerpo, sin necesidad de albergar vida en su interior, ya estaban aquí antes que nosotros, antes que nadie, antes que la propia nada. Deambulaban sin sentido propio, como una colonia de hormigas que algo más comandaba. Se movían entre la materia que no era materia, entre la oscuridad que no era oscuridad, entre la luz que no era luz. Cada instante aparecía delante de ellos algo nuevo que sin embargo ya conocían, como por arte de magia cada descubrimiento era un conocimiento antiguo adquirido por ellos mucho antes que cualquier civilización en las galaxias. Ningún sonido, luz, lenguaje, energía, tecnologías, entre otros conocimientos, eran ignorados por ellos. 

Aquella primera oleada trajo consigo infinidad de nuevos seres, por decisiones que no comprendidos algunos fueron protegidos, y uno que otro aniquilados, otros no fueron siquiera descubiertos, alejados en los confines del universo donde a los mismísimos dioses se les hizo imposible llegar, vivieron en paz y en guerra. Pero como todo ser finito desaparecieron dejando atrás sus conocimientos. Hasta que los dioses llegaron y arrasaron sin remedio, para no dejar rastros de esos seres imperfectos. No eran amigos, ni enemigos. 

Fue un gran estallido lo que originó este desequilibrio que llamamos vida, mil y mil millones de explosiones se dieron a cada instante, como una gran ola se expandió en el vacío, había mucho que llenar y poco con qué hacerlo. Unidades astronómicas, imposibles de calcular. 

Civilizaciones por doquier, se comunicaban en este nuevo universo, vecinos intergalácticos capaces de viajar entre planetas y galaxias lejanas. La vida se había apoderado de cada lugar. 

Una que otra raza aparecía en un segundo ante los ojos de los Vigilantes. Controladores del tiempo, de dimensiones y que tenían contacto directo con los dioses. Su tecnología era la más avanzada de todas las anteriores civilizaciones, los planetas eran catalogados por ellos, como primitivos, en fase de construcción, en guerra, estables, comunicación interplanetaria, básicos, medios, avanzados e Iluminados. Estos últimos eran capaces de tener comunicación con los Vigilantes, sin embargo no tenían acceso a sus mayores secretos, y con los milenios se convertirían en parte de esta civilización interuniversal. 

Por encima de los Vigilantes, en otros universos y dimensiones, se encontraban muchas civilizaciones más de las cuales no tenemos la mayor idea, no sabemos que son ni cómo se comportan. En este universo solo se nos permite dialogar a medias entre nosotros mismos, sin siquiera conocer otra especie planetaria, en un planeta morado, llamado Tierra M19. 

Materiales distintos una tribu de Trinitarios, humanoides de la especie Chimps, iniciaba su camino a ser primitivos de grado 10. 

Los nuevos dioses del universo. Descubrieron el agua en fuego que los mantenía fríos y a gusto. Aquellas selvas viscosas albergaban mil y una especie más. Algunas venenosas, otras comestibles y de grandes fuentes de energía para el cuerpo de los trinitarios.