14

346 27 4
                                    

— ¿Mamá..? ¿Qué haces aquí?
Con que esa persona tan hermosa y elegante es la madre de Siyang. Lucía algo parecida a él, salvo que sus ojos eran completamente diferentes. Su estatura era más baja y su piel de porcelana, tal como las hojas de arroz con las que preparaban diversos alimentos. Le daba un aire a este muchacho, pero apuesto a que no dudarían en saber que ella era su progenitora.

— Pasaba a llevarle un aperitivo a tu padre, recuerda que se enoja si no regreso con algo a casa. —Contestó en voz baja, aunque podía escucharlo perfectamente. Siyang frunció su ceño, podía ver una vena saltada en su cuello que no me daba buena espina; solamente guardamos silencio, un incómodo silencio.

— ¡Yo no entiendo qué haces a su lado cuando lo único que quiere es perjudicarte, mamá! —Algunos clientes miraban la escena atónicos ante el tono con el que le habló a su progenitora. Ella suplicaba corporalmente que se detuviera, mientras que intuitivamente podía entender que la relación entre esa familia estaba demasiado dañada.

— Siyang, te amo mucho hijo, pero entiende que no puedo dejar a tu padre. Te llamaré en la noche. —No podía creer que solamente bastaron unas palabras para que sus ojos se tornaran llorosos, la madre se retiró rápidamente del establecimiento dejándolo completamente alterado. Apretó su puño y se sentó de golpe mientras que nosotros lo mirábamos de manera atenta y de reojo.

— Ella es mi madre. —Habló por fin.— Mantiene una relación disfuncional con mi padre y desde hace tiempo no ha podido sacarlo de su vida a pesar de que ese hombre le ha robado todo lo que ha conseguido.

Su mirada expresaba resentimiento y culpa, junto con un aura digna de un volcán a punto de estallar en Hawái.
No hizo nada al respecto, solamente se sentó a mirar su móvil mientras Qiao Chen y yo charlábamos. De vez en cuando Siyang contestaba algunas preguntas que le hacía mi amigo, pero en la mayoría prefirió quedarse callado.
Y tal vez no puedo intentar animarlo, pues no entiendo que ha de estar pasando en su entorno.

Eran las cinco de la tarde cuando salimos del lugar de tés.
— Yo iré a conseguir provisiones para mi dormitorio; he decidido comprar golosinas para pasar la madrugada. —Dijo tocando su estómago dando a entender que tenía hambre.— Nos vemos Xiaxia, Mu Siyang.
Se despidió con la mano y yo lo imité. Veía de reojo a mi compañero intentando leer su lenguaje corporal, pero no logré nada.

Un pequeño silencio de medio minuto se hizo presente en el lugar, hasta que Siyang decidió romper el hielo.
— ¿Puedo hablar contigo en el parque?

— Claro. —Contesté.
Nos dirigimos al parque que se encontraba cerca de la facultad, un terreno muy lindo dentro del campus en el que habitaban unos lindos patos que nadaban en el estanque muy pacíficamente, adornado de las hojas verdes de los árboles que caían por el aire tan fresco que se hacía presente en el lugar. Buscamos unos asientos debajo de un tronco viejo.

— La verdad es que quería desahogarme contigo desde aquel lugar del té, pero tenía perder la cordura una vez te contara. —Su tono de voz era sereno y tranquilo, muy diferente al que usaba al hablar con Qiao Chen, pero no tan diferente como cuando se relacionaba con Li Ming Ue o Zhuo Zhi.

— ¿De qué estás hablando? Soy toda oídos. Cuéntame que te sucede, Siyang. Si sucede algo, simplemente nos quedaremos aquí y esperaremos a que te sientas mejor.
Él suspiró, suspiró tan plácidamente que no podía entender lo mal que lo había estado pasando. Entendía que quizás es un tema que no es fácil de desenvolver, quería que sintiera que estaba para él y que no tenía nada de malo en confiar en las personas; porque volvemos a lo mismo, juzgar a las personas por su apariencia es lo más normal a la hora de conocer a un individuo.

— Hace unos años atrás, exactamente desde que estudiaba la escuela media en séptimo grado, mi familia se distanció ya que mi padre tuvo un encuentro con una mujer de su oficina. Mi mamá no sabía nada, a pesar de que él salía a altas horas de la noche de su trabajo; ella nunca sospechó nada... —Se detuvo por unos instantes, su voz se sentía pesada, como si un nudo en la garganta lo estuviese oprimiendo. Yo solamente lo miré esperando que no se sintiera presionado por continuar.— Un día salí de prácticas de básquetbol, por lo que iba a casa demasiado tarde. Al entrar, las luces estaba apagadas, así que las encendí, y... —Su voz se entrecortaba, su respiración había cambiado, por lo que empecé a preocuparme.— mi madre se encontraba en la esquina del comedor cubierta de sangre, y mi padre de pie con una botella de vidrio en su mano izquierda. Fue demasiado trágico, después de eso comenzó a golpearla enfrente de mí. Nunca antes lo había visto de esa manera, entonces un sentimiento de odio comenzó a crecer. Desde ese día, la sangre y el ver a una persona agonizar me provoca mucho pánico, tanto pánico que me da... muchas ganas de llorar. —Lagrimas rebeldes caían sobre sus mejillas convirtiéndolo en alguien frágil y lleno de sufrimiento.

Su voz temblaba y no podía contenerse, los sollozos ahogados hacían que su respiración se volviese más rápida haciendo que realmente me preocupara. Intenté tranquilizarlo, pero no funcionaba del todo, y lo peor es que no encontraba las palabras adecuadas para expresarle mi apoyo.

— Siyang, yo–

—No te preocupes si no sabes que contestar, solamente necesitaba sacar este sentimiento que me ha estado atormentando durante estos años.
No pude evitarlo y lo envolví en un cálido abrazo que espero y entienda que no se encontraba solo en esa situación. En ese momento no importaba el qué dirán, aunque estoy casi segura de que tendré que disculparme por tal reacción...

••••
¿Qué tal, como se encuentran? Espero estén bien. En este capítulo intenté plasmar un poco de los sentimientos de Siyang; una vivencia que lamentablemente le traerá problemas a lo largo de esta historia.
Recuerden regalarme un voto para seguir subiendo esta historia, y espero me disculpen, porque este fanfic va para largo.
Gracias por leer, hoy me metí en la tarde y me di cuenta de que ya son 300 leídas, y solamente tengo que agradecerles mucho por echarle un vistazo a esta historia un poco mal hecha. <3
Nos leemos en el siguiente capítulo, chau~.

—XiaoAn

Limerencia  (Mu Siyang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora