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"Cuanto más dices, menos sé
Donde quieras que vayas, te seguiré
Te ruego que tomes mi mano, arruinas mis planes ese es mi hombre"- Willow, Taylor Swift
Katherine suspira de dolor, no podía seguir recostada en la cama, sentía que su espalda se partiría. Se levanta de la cama para ir al baño cuando siente agua caer entre sus piernas.
- Mierda- murmura acariciando su vientre.
Sus meses de embarazo habían sido increíbles, Henry estaba a su lado cuidando cada uno de sus movimientos, cada noche masajeaba su espalda y pies para que no sintiera dolor además que le encantaba besar su vientre abultado.
La chica no pensó que llegara a amar tanto a Henry, y que ahora fueran una pareja.
Un ronco gemido sale de su boca, siente la puerta ser abierta y ve a Lily con su vestido de novia entrar. Solo a su hija se le ocurre nacer el mismo día que su hermanita se estaba casando algo apresurada con Sebastian.
- Ohh- dice viendo el suelo- es creo lo que es
- Lo es- gime Katherine sentándose en la cama
Lily camina rápido hacia el baño yendo por una toalla para secar el piso y que no tuviera un accidente. Su hermana toma su celular comenzando a cronometrar sus contracciones.
- Son cada cinco minutos... llamaré a Henry para que te lleve a la clínica
- Antes ayúdame a cambiarme- dice Katherine haciendo muecas de dolor
- No quiero tener hijos- jura Lily viendo como su hermana aprieta las sabanas de dolor, corriendo a su armario yendo por un vestido fresco cambiándoselo, además le hace una coleta en su caballo y justo en esos momentos entra Henry.
- ¿Qué pasa aquí?
- El bebe nacerá- dice Lily viéndolo
- Iré por el auto
Katherine abre la boca de dolor dando un pequeño grito cuando ve a Sebastian entrar a la habitación.
- Mocosa- dice viendo a Katherine – ¿todo bien?
- El bebe quiere salir- sonrie Lily viéndolo- ¿Puedes bajarla? Iré por el bolso del bebe
- Claro
Katherine grita asombrada cuando Sebastian la carga en un solo movimiento, ni siquiera es capaz de quejarse ya que una contracción la hace querer desaparecer. Sebastian llega con ella abajo sana y salva llevándola hasta el auto de Henry el cual estaba verdaderamente pálido.
