4. ♡

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Manuel.

Como nunca había tenido problemas mayores con la justicia, me resignaba a que nada me podía suceder a lo largo de los años, y a lo largo de que mis clientes me contactaban. Era un abogado exitoso, sí. Pero no se puede ser exitoso sin una ayuda de por medio. He creado alianzas con varios mafiosos proxenetas, los he sacado de muchos apuros con la ley. Y a cambio, solo pido protección y el dinero correspondiente, este negocio es bastante turbio si no sabes con quién te estás metiendo. Ahora mismo estaba a cargo de un caso y un par de tesis. Pero no era cualquier cosa, esto era bastante mayor... Estoy a cargo del caso de Môusk, un mafioso proxeneta ruso que haría de todo con tal de no tener a la justicia sobre sus hombros. Paga bien, por lo que no me quejo y solo hago mi trabajo. He estado tan metido en esto que no he tenido momento alguno para pensar en mí...

¿Cómo estás, Manuel?
...
Bien, esto no funcionará.

Lo cierto es que... No he dejado de pensar en...

Tomé mi chaqueta y salí de mi departamento bastante rápido. 2 años sin sentir nada por nadie, esta no sería la excepción. Iré a beber, ya tenía avanzadas las tesis, necesitaba despejarme de tanto desorden mental.

Y dejar de pensar... En...

★★★★★★★★★★★★

Manuel un poco ebrio, terminó su última cerveza. La verdad la última que pudo comprar, no le habían pagado aún y esto era mejor que nada. Si el pudiera bebería hasta más no poder, o hasta que no pueda caminar. Además el bar estaba solo a una cuadra de su departamento, por eso no tenía tanta precaución al beber y quedar inconsciente. Dejó el dinero sobre el mesón y como pudo, se encamino hasta su hogar. Era bastante tarde, y el solo iba con una camiseta con el logo de Mario Bros, por eso tal vez... el barman creyó que era menor de edad. Y como siempre, tuvo que mostrar su carnet.
Ya estaba acostumbrado a eso.
Manuel iba a mitad de camino, donde estaban todos esos callejones solitarios y con el típico contenedor de basura. ¿Y donde estoy a todo esto? Se preguntaba el tambaleante rubio sin dejar de sonreír, de pronto escuchó un estruendo bastante ensordecedor, parecian ser disparos o un auto... ¿P-por qué esta oscuro? Oh, es un callejon. Manuel aún seguía desorientado, pero la adrenalina lo hizo protegerse en este lugar. Que olía bastante mal, pero es algo...
Pudo reconocer que en la calle iban autos, lujosos. Muy lujosos, y vaya que los conocía bien. Siempre iban a buscarlo para darle el progreso del caso al jefe. O solo porque querían verlo, cada uno de los involucrados en los casos, lo miraban de maneras bastante lascivas, sin embargo no se atrevían a nada, sabiendo que Manuel tenía la última palabra en la vida de aquellos proxenetas. Olvidé mencionar que trabajo para ellos, sí. Proxenetas de todo el mundo, pero Môusk un gran exponente en este "rubro" jamás creí que necesitaría algo de mi alguien como él. Al parecer tiene a otro mafioso sobre sus talones ahora y se queda sin recursos, además de tener a la ley buscandolo, esto no hace más que meterlo en aprietos. Pero ya no hay vuelta atrás.
Reaccionó al oir una bala muy cerca, como si hubiese pasado justo al lado de su oido. Al notar que ya no habia ruido alguno, Manuel salio de su improvisado escondite, levantandose como pudo y apoyandose en la agrietada pared.
Al levantar su vista, su cabeza dio vueltas, nunca antes se habia mareado de esa manera. Tal vez estaba enfermo...
Solo le quedaba cruzar la calle y llegaria al gran edificio. Pero eso no era lo que el destino le tenia preparado a nuestro amigo. Sintió otro par de disparos y algo que se aproximaba a toda velocidad hacia el, algo que obviamente era un auto. Un gran auto. Sentia sus piernas tan pesadas que no podia apresurarse para llegar siquiera a la mitad de la calle.
Sin saber que más hacer, busco con la mirada algo, pero no sabía exactamente que...
Ahí venía ese gran par de luces característico de los autos, a toda velocidad a mi. Me vino un nombre a la mente...
Edgar...

It can't be love.  {Jaidefinichon.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora