Littium

capitulo 14

Estaba dormida, sentía que lo estaba pero no controlaba lo que soñaba. Estaba en en mi habitación escuchando música pero escuché golpes en mi ventana que me hicieron apagar la pequeña bocina. Me levanté y fui a la ventana y la vi. Este no era una sueño, era un recuerdo y lo sabia y vaya que dolía.

-¿Puedo subir?- preguntó ella, yo solo pude sonreír y abrir la ventana.

-ten cuidado- trepó hasta llegar y entrar. La Brisa fría y un poco de nieve entraron y cerre rápido cuando ella estuvo adentro.- Melissa, son las 3 de la madrugada ¿Que crees que haces?

-¿No te alegra verme?

-siempre- bese su mejilla fria por la nieve- pero debes cuidarte.

-un poco de frío no acelerara mi muerte- mis animos cayeron en picada apenas pronunció esas palabras. Baje mi rostro y sentia ya las lágrimas venir- lo siento, solo trato de sobrellevarlo.

-lo sé - la mire, era hermosa, tierna, con ojitos brillantes y mejillas rojas- no logro dormir- sentí un nudo en la garganta- es solo que...

-lo sé - me abrazó y me llevo a la cama, nos sentamos una frente a la otra- quiero decirte algo- limpié una lágrima silenciosa que rodó por mi rostro- haz sido la mejor amiga que he tenido. cada vez...

-no- negué y coloque una mano en mi rostro- no lo hagas, no te despidas. Todo va a salir bien, estaras bien. Mañana sacarán eso de tu cabeza y volverás a estar bien.

-Nakir- quito mi mano y no podia mirarla sin sentirme devastada. Ella igual sonreía a pesar de todo- escúchame, por favor. - asentí ya sin poder pronunciar palabra alguna.- eres la mejor amiga que pude tener, vivi la mejor infancia del mundo a tu lado, eres la hermana que siempre quise y que el universo pudo darme. Hemos hecho tantas locuras juntas que solo en pensar en ello sonrió feliz de tener esos recuerdos. Hasta ahora, incluso con este tumor, a sido una vida magnífica.  Se que te prometí vivir juntas en la ciudad de nuestros sueños- suspiro- y lamentó no poder cumplir esa promesa.

-no, Melissa- tome sus rostro e hice que me mirara, que mirara mis lágrimas y mi dolor- no te rindas.

-no lo estoy haciendo, pero se muy en el fondo que esto es todo.

-¡No lo es! - golpee la cama y solo pude llorar- por favor, resiste.

-Nakir, no vayas mañana, no lo hagas.- decia bajo, se que intentaba no llorar. Era la persona mas fuerte que conocí.

-voy a ir y no vas a impedirmelo, estaré ahí sujetare tu mano cuando te seden y la sujetare cuando despiertes. Estaré en cada momento.

-no voy a despertar- se escuchaba tan segura tan preparada para irse. Odie que sintiera eso, la quería conmigo hasta envejecer.- esta bien, Nakir.

-no lo esta- la abrace fuerte, aspirando su aroma, su calidez, su energía y me negaba a creer que llegara el momento en que no estuviera en mi vida.

-tal vez reencarne- rio y lo hice también pero no la solte, queria sentirla y pensar que nunca se iría.

-¿Que te gustaría ser?

-una sirena- rei sonoramente y negué. Era muy fantasiosa y aunque ella sabia que nada de eso existía le gustaba creer que si- quien sabe, tal vez yo sea la primera en nacer.

-la verdad, eso espero.- rei y respiré profundo- ire mañana, Mel. No intentes detenerme.

-bien, pero porfavor prométeme algo.

-¿Que?

-desde este momento hasta que cierre mis ojos, divertamonos, salgamos y jueguemos, comamos, bailemos y cuando me acueste en esa camilla imaginemos que solo ire a dormir después de un dia largo y divertido.- me levanté y me coloqué mis botas y chaqueta.