No podía creerlo. Hoy había sido el peor día de mi vida. Y mira que he tenido malos, pero este, es el peor por excelencia.
En el día que yo consideraba el peor día del año, el último día de vacaciones, Luke volvió a nuestra casa, esa misma mañana, aparece en el bosque el cuerpo sin vida de mi padre atado a un árbol después de cinco años desaparecido, La Fortaleza había sido quemada por alguien desconocido por una razón desconocida, probablemente haya sido Luke, porque tenía razones de sobra.
Después de echarlo de casa por primera vez, en pleno invierno, desnudo, ganándose así el apodo de "Luke el violador", y una segunda vez estampándole su ramo en la cara, lo más seguro es que a los Baker nos la tuviera jurada. Incluso yo también nos tendría odio en su lugar, pero no buscaría venganza. No soy tan vengativo.
Eran las ocho y media de la noche según el reloj de la muñeca de un oficial cuando nos metían en una de las celdas de la comisaría de la ciudad, dos horas más tarde del incendio, y Zoë, Silvia, Zack y yo nos encontrábamos en una especie de cárcel los cuatro juntos.
Sinceramente, la prisión era muy básica. Había una pequeña cama colgada con cadenas a una de las paredes, y en frente de ésta, un retrete al que no habían limpiado desde hace mucho tiempo porque por los alrededores había restos de heces y expulsaba un muy mal olor.
Silvia y Zoë estaban sentadas una al lado de la otra muy rígidas en la cama, yo me encontraba sentado en el suelo, abrazando mis rodillas entre mis amigas, y Zack se encontraba en las rejas de la puerta de nuestra cárcel, tamborileando con los dedos los barrotes metálicos, reproduciendo así una monótona y leve melodía.
Ninguno decía nada. Todos estábamos absortos en nuestros pensamientos intentando pensar en una explicación convincente para decirles a nuestros padres. Que éramos inocentes de unas acusaciones totalmente falsas.
En nuestra nueva estancia por tiempo indeterminado, no había reloj, y curiosamente, en la comisaría tampoco y no había nadie a quién preguntárselo.
Sólo entraba un pequeño rayo de luz, de los últimos del día por una diminuta ventana con barrotes situada a varios metros del suelo, encima de la única cama.
No podría ver la hora porque nuestros móviles habían sido confiscados anteriormente y clasificados como "posible prueba del delito". Tampoco podríamos fabricar un reloj de Sol casero porque primero, no teníamos nada parecido a un palo para clavar en el suelo, y segundo, si lo tuviéramos, no serviría de nada porque ya no hay luz que marque ninguna sombra.
Cuando desapareció la luz natural, un guardia se metió en su despacho a hacer la guardia de noche, no sin antes darnos unos bocadillos de chorizo y agua y aconsejarnos que durmiéramos mientras nos daba a cada uno una manta.
¿Cómo íbamos a dormir? Pues creo que las noches era lo mejor de ese lugar.
Estábamos todos acurrucados juntos en una de las esquinas para mantener el poco calor que teníamos con nuestros cuerpos y mantas enrolladas alrededor nuestra.
Zoë y yo nos sentamos en medio, y Zack a mi lado y Silvia al de Zoë.
Los cuatro mirábamos como subnormales la pared de ladrillo enfrente nuestra sin decir nada, intentando dormirnos, cuando de repente, Zoë interrumpió el espeso silencio creado por nuestra forzada e incómoda situación.
-Bueno, algo bueno se podrá sacar de esto, ¿no?
-Espérate sí. Déjame que recuerde. Estamos en una cárcel para menores porque nos inculpan de pirómanos. Por no añadir que Luke fue el que nos encarceló no sin antes ir de nuevo a la casa de los Baker pidiendo perdón y sin contar la bombita de que el padre de Newt está vivo. ¿De verdad tú ves algo bueno de este día? Porque yo no.
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Mis crónicas
RandomNewt es un chico al que el camino de su vida no tiene más que piedras, por suerte, sus amigos están ahí para ayudarlo a resolver el misterio de su familia, ¿podrán hacerlo?