ONE SHOTS ~ GTA Roleplay

JACK CONWAY

-Ah shit, here we go again- pensó Irina mientras escuchaba unas voces muy conocidas desde el otro lado de la puerta de la licorería.

Había llegado hace unos minutos en su mery al último código 3 que se presentó, junto a Leónidas y los subinspectores Dan y Fred. La pelirroja se encontraba escuchando atentamente la negociación de su compañero con las personas que estaban dentro.

-QUE PIDAS QUE TRES SEGUNDOS ROGELIO QUE LUEGO NOS LO BAJAN Y NOS QUEDAMOS SIN NADA- gritaba Segismundo a su primo.

-QUE NO ME DIGAS ROGELIO IDIOTA QUE AHORA NOS RECONOCERÁN- se desespero el otro.

"Como si no nos hubiéramos dado cuenta en el primer instante" pensaba la chica.

Las negociaciones finalizaron luego de mucho tiempo de discusión e Irina se dispuso a ir hacia su motocicleta, pero al intentar correrla para obtener una mejor posición de salida se dio cuenta de que esta no funcionaba. No entendía como si había llegado hasta allí perfectamente desde comisaría.

No se hizo demasiadas preguntas, luego pediría una grúa para solucionar el problema. Se acercó hacia sus compañeros subinspectores los cuales no tuvieron problema en llevarla en su zeta.

La persecución, como la mayoría de ellas, se hizo muy larga, se encontraban perdidos por el norte ya que Segismundo había tomado muchos callejones y su auto corría demasiado comparado al coche policial.

Trato de contactar a Leónidas pero este no enviaba su 10-20 así que no tenían mucho por hacer.

Todo parecía normal hasta que escucho algo por radio que le congelo la sangre.

-Aquí subinspectores Dan y Fred entrando en servicio compañeros, necesitan ayuda con la persecución del código 3?- hablo Fred con su tan característica voz.

Miles de cosas pasaron por su cabeza, ¿quiénes eran los encapuchados que se encontraban con ella? ¿Habrían escuchado eso? ¿Hacia dónde la llevarían?

Claramente a Irina le olía a secuestro.

"¿Cómo pudiste ser tan tonta? Si a penas hablaron durante el atraco, si ni siquiera respondían a la radio" pensaba por dentro tratando de mantener la calma.

¿Qué haría ahora? ¿Saltar del auto? ¿Mandar un 10-20? ¿Gritar hasta morir?

Se encontraba a punto de tomar su radio para hablar cuando el copiloto se dio vuelta bruscamente y con su mano derecha posicionó sobre la boca de Irina un pañuelo con un olor extremadamente fuerte. Lo único que pudo llegar a hacer fue decir una última palabra por radio.

-QRR- susurró, y en ese momento todo se tornó negro.

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-Despierta bella durmiente, no tenemos todo el día- hablo el hombre de mascara de cebra.

Irina apenas podía abrir los ojos, sentía que todo le daba vueltas y las voces del lugar retumbaban en su cabeza.

Aunque todo era confuso podía sentir que se encontraba en un lugar oscuro y frío. Estaba sentada con las manos y las piernas amarradas. "Estos hijos de puta saben lo que les conviene" pensó la pelirroja, sabía que si pudiera moverse aunque la acribillaran intentaría hacer lo que estuviera a su alcance, luchar hasta el último minuto.

-Bueno wey y ¿qué vamos a hacer con esta?- hablo el de la máscara de diablo.

-A ver, busquen su radio, ¿quién se la quito?- preguntó el hombre de pasamontañas.