°•°•Discos de Vinilo•°•°

Capítulo 1

Detrás del cristal

Caminaba por la avenida, era un sábado por la tarde, el viento soplaba las hojas secas de los árboles, el otoño pintaba todo de un agradable color naranja, me encontraba de camino de regreso a casa, admiraba las vitrinas y tiendas abiertas que me rodeaban.

Me detuve al llegar a "J's records", una tienda de viejos discos de vinilo de la avenida ciprés, era regular mente recurrido por jóvenes y adultos por sus principales productos viejos casetes, discos de acetato y discos de vinilo. Como usualmente ere uno de mis pasatiempos preferidos pasar a visitar dicho lugar. Pero algo me detuvo a entrar, minutos antes había entrado una chica de cabello ondulado semicastaño claro y oscuro, ella era alta, con una piel calara como la leche junto con unas pecas que salpicaban sus mejillas y el puente de su nariz. Me quede observando cómo se movía por la tienda observando los estantes y muebles donde se encontraban todo tipo de discos, hasta que se detuvo en una sección, "Jazz". Removió lentamente los discos de vinilo pasándolos uno por uno hasta que sus ojos verdes con salpicaduras color miel se detuvieron a observar uno de dichos vinilos. No logre ver el álbum que ella sostuvo en sus manos ya que parecía que ella había notado mi presencia o que la observaba silenciosamente, ya que al bajar el disco en sus manos dirigió su mirada hacia donde yo me hallaba, inmediatamente de escondí del lado contario del vidrio chocando mi espalda duramente contra la fría pared de ladrillos de al lado, mi reparación se agito. Cuando por fin logre poner en orden mis pensamientos un largo suspiro frio salió de mis labios.

¿Por qué se me hacía tan familiar?...

Después de poner en orden mi mente regrese la vista a dentro de la tienda, aparentemente había dejado de lado el hecho de intentar saber quién la observaba, ella simplemente siguió observando lo que le rodeaba.

con mi mano pase detrás de mi oreja un mechón de cabello que había caído frente a mi cara, suspire levemente.

Simplemente no tenía el coraje de entrar o tan siquiera para saludarla, estaba tan centrada en mis propios pensamientos que no me di cuenta cuando la campanilla de la puerta sonó y con ella la salida de la chica de ojos verdes, al ver la salir no pensé en nada más que salir de ahí, y así lo hice. 

Corrí lo más rápido que mis piernas me lo permitieran de regreso a casa.