Do I love my teacher?

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Narra Karly

Me desperté a las cinco de la mañana, me metí a bañar, al salir estaba envuelta en una toalla Eduardo se acercó y me dio un beso en el hombro mis nervios se encendieron a todo lo que podían.

-Buenos días nena, las iré a dejar al colegio

-Bien, yo haré de desayunar

-Ok, me meteré a bañar

Me sequé mi cabello y lo até en una coleta alta me puse unos jeans con una playera blanca con una chamarra de mezclilla y unas botas color miel me puse rimel y brillo labial. Bajé a la cocina para preparar el desayuno pero me había ganado Javis decidí espantarlo. Caminé sigilosamente y grité en su oído.

-¡JAVIS!

-Hija de tu mamá

-Y de mi papá

-Me causaste un maldito paro cardíaco

-Así tienes la conciencia

-Está muy limpia

-Mentiroso, ¿en qué te ayudo?

-Pon la mesa

-Bueno, ¿algo más?

-No, ya hice lo demás

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Iba a tener mi primer clase, estaba con Danna todo iba bien hasta que nos encontramos con los chicos de la plaza Alejandro y David íbamos a compartir la clase cosa que me desánimo mucho.

-Hola Karla y Daniela

-Hola chicos

-¡Sentados chicos!

-Buenos días Profesor

Todo parecía como primaria, bueno sólo el saludo no quería repetirlo con todos los Profesores.

-Las dos alumnas nuevas preséntense

-Hola, soy Karla tengo diecisiete me gusta leer...

-Hola soy Daniela tengo diecisiete me gusta patinar

-Pasen a su asiento

Pasamos a sentarnos al fondo del salón, elegí del lado de la ventana que da hacia el patio del colegio cosa que me gustaba. El Profesor empezó a dar su clase normal, el tema ya lo sabía así que no presté mucha atención.

Después de las cuatro primeras horas nos dieron un descanso de una hora cosa que aproveché para llamar a Eduardo.

-Hola, ¿estás ocupado?

-No, ¿pasó algo? Te noto apagada

-Es que los extraños comparten clases con nosotros

-Lo siento nena pero debes conocer extraños para entablar amistades

-Pero después de lo que pasó con Joseph no me siento cómoda

-Lo sé nena, te extraño

-Yo más, no es lo mismo el colegio sin ti

-Y más por las miradas que me mandabas que me hacían poner nervioso

-No es verdad pero cuando te parabas cerca de mi lugar quería levantarme de mi asiento y darte un beso

-Lo sé nena, notaba tus expresiones ¿no tienes clase?

-No, quedan cuarenta y cinco minutos de mi descanso

-Bueno nena, ya le avisé a tus y mis padres la dirección y teléfono de donde vivimos