Do I love my teacher?

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Narra Karly

Estaba demasiado sorprendida por la propuesta de Eduardo, sí me gustaba y quería salir con él pero tenía miedo de que cuando descubrieran nuestra relación ambos nos viéramos involucrados en demasiados problemas.

-¿Qué dices Karly?

-Tengo miedo

-Ya me besaste, ¿a qué más le puedes tener miedo?

-Cuando alguien de la escuela se entere de lo nuestro tengamos problemas mayores...

-Karly... Asumiré cualquier castigo con tal de que tú aceptes estar conmigo que nos enamoremos cada día

Estaba pensando las cosas, sabía que de todos modos me iba a arriesgar que iba a aceptar estar con él porque lo quería así. Me acerqué a su oído y en un pequeño pero demasiado significativo susurro le dije lo que él quería escuchar.

-Acepto ser tu novia, juntos enfrentaremos las cosas

Después de eso desabroché mi cinturón de seguridad y abrí la puerta del carro pero antes de que pudiera bajarme Eduardo me atrajo hacia él esperó que nuestras miradas se encontraran para así darme un beso, continúe su beso a principio porque era una manera de afirmar que aceptaba y la otra porque me gustaba el beso, insistió en dejarme hasta la puerta de mi casa.

-Te voy a dejar hasta la puerta de tu casa

-No es necesario puedo caminar, falta poco

-No quiero que mis suegros piensen que soy mal novio

-¿Quieres conocerlos hoy o el sábado?

-Si se puede hoy de una vez

-Bien

Condujo lo poco que restaba de camino hacia mi casa, mis padres me deben estar esperando en la sala para subir a dormir.

-Diablos

-¿Qué pasa?

-No hice mi tarea

-Tranquila mientras tú dormías yo la hice

-¿En serio?

-Si, bajemos para que conozca a mis suegros

-Vamos

Bajamos del auto y todos mis nervios aparecieron, cuando íbamos a tocar la puerta Eduardo tomó mi mano mi ritmo cardíaco se aceleró las mariposas aparecieron pero mis nervios se esfumaron por los aires. Entramos a mi casa y quien nos recibió fue mi papá.

-Buenas noches

-Buenas noches soy Eduardo, ¿podemos hablar?

-Claro pasemos a la sala

Nos sentamos todos en la sala, mi papá dirigió su mirada a la mano de Eduardo y ya que estaban entrelazadas inició la plática más importante que he tenido en mi vida.

-Bueno Eduardo dime de qué quieres hablar

-Quiero pedirle permiso para salir con su hija como novios

-¿Hija tú quieres eso?

-Si papá, me gusta demasiado y quiero salir con él

-Si mi hija te quiere tienes mi permiso concedido

-Gracias señor y señora

-Voy a despedirlo y subo a dormir

-Hasta mañana hija

Mis padres subieron a su habitación y yo salí con Eduardo para despedirlo y que fuera a casa a descansar. Cuando estuvimos afuera él me cargó y me dio de vueltas para bearme en ese momento supongo porque estaba feliz.