ժҽsԵíղօ [ตҽαղթlαղ]

cαթԵմɾα

Esa mañana Mean se había levantado mas temprano de lo usual y es que sentía una gran inquietud respecto a ese día, así que apresuradamente salio de su cama para hablar con su padre... no podía dejar pasar ese presentimiento

Mean ingreso a la sala de reuniones del castillo sabiendo que ahí se encontraría su padre - Papá... -

Su padre al verlo suspiro notablemente cansado pero era mas el sueño que lo invadía - Mean es muy temprano, de verdad te quiero pero ahora mismo quiero botarte a patadas de aquí - dijo con un deje de burla

- ¡¡PAPÁ!! - ¡Como su padre le decía eso!

Al ver la expresión ofendida de su hijo, el Rey comenzó a reír - Jajaja ya, ya, dime ¿Que pasa? -

Mean fue directo al punto - Tengo un mal presentimiento - esperaba que su padre no lo tomara como algo sin importancia pero al ver el confundido rostro de su progenitor siguió hablando - es algo con respecto al otro Reino -

El Rey Phiravich no iba a desconfiar de la intuición de su hijo, mas aun la ver como Mean se encontraba realmente preocupado - Mmm... bien, ¿Que te parece si despliego mas guardias para que cuiden el perímetro? ¿Estarías mas tranquilo? - le dijo esperando que con eso su hijo se calmara y al ver como este asentía entusiasmado siguió hablando - Perfecto, ahora... ¡Vete! - ¡Tenia mucho trabajo!

Mean al verlo dio una sonrisa para después fingir tristeza - Papá siento que ya no me quieres - dijo apoyándose en una de las repisas mientras se agarraba el lugar donde se encontraría su corazón

Sabia su padre por donde se dirigía la conversación - No empieces.... - el Rey empezaba a masajearse su cabeza

Ahora fingiendo llorar Mean se agacho - Antes era el cachorro de tus ojos y ahora me votas de tu sala de reunión... lastimas mis sentimientos - este hacia poses dramáticas mientras se quitaba falsas lagrimas

Bien, si su hijo quería jugar pues así seria - Ohhh mi cachorro, ¡Ven aquí! voy a darte los abrazos de Oso que te daba de pequeño - dijo acercándose lentamente a Mean empezando abrir sus brazos mientras le dedicaba una sonrisa maligna

El contrario de solo recordar esos abrazos donde lo apretujaba al borde de la muerte por la falta de respiración, empezó a temblar - Eres un ser cruel... me largo - dolido dio vuelta para salir de ahí

- Bueno, pero no te olvides cerrar la puerta - Mean todo indignado hizo un puchero para salir con un sonoro golpe de puerta, haciendo inmediatamente sonreír a su padre, aun seguía siendo un pequeño lobo travieso...