Temporada 1- Episodio 2

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Un nuevo día se asomaba, con rayos de sol brillantes que iluminaban las fachadas de los edificios. Algunas aves sobrevolaban los árboles de los parques, mientras que el tráfico vehicular iba en aumento. Los canales de San Petersburgo, como ramificaciones del Río Nevá, también contaban con diversas embarcaciones pequeñas.

  Lika se despertó con el sonido del despertador. Acarició el hombro de Leonid, quien no se quería despertar. Lika agarró su almohada y le atinó un almohadazo a Leonid, quien giró por la cama hasta caer al suelo. Ya despierto, decidió hacer un contraataque: agarró un almohadon y lo lanzó hasta Lika, quien reía a carcajadas. Leonid se acercó y le dió un beso. Él se encargó del desayuno mientras Lika contestaba una larga lista de mails de la Universidad. 
   Dado que se habían levantado más temprano que de costumbre, Leonid preparó una sharlotka: primero, batió huevos con azúcar hasta que la mezcla era esponjosa. En segundo lugar, colocó harina y polvo de hornear en la mezcla. Luego, peló unas manzanas, las cortó en rodajas finas y las mezclo con una serie de especias. Colocó todas las rodajas en una bandeja y las cubrió con la mezcla. Luego de 40 minutos, a 180°C, tuvo lista su sharlotka. 
    La sharlotka es un postre típico ruso, que se suele comer en el desayuno (si no estás muy apurado). Es una especie de tarta de manzana.

Al desayuno, le agregaron cafe negro molido. Mientras Lika contestaba su correo electrónico, Leonid la abrazaba y le daba bocados de sharlotka. Lika se reía y le decía que debía concentrarse. Leonid fingía seriedad, pero solo seguía haciendo bromas. Esta parte de la personalidad de Leonid fue lo primero que Lika adoro. El sentido del humor era algo poco frecuente en el entorno científico en el que se encontraba, y hallar a alguien así resultaba ser la lotería.

  Leonid y Lika viajaron en su auto (un sedán común y corriente).  Recorrieron un par de calles hasta llegar al Dvortsovyy Most,  uno de los siete puentes que conectan con el Distrito de Vasileostrovsky.  Este distrito de San Petersburgo es una isla, delimitada por Bolshaya Neva y el Reka Malaya Neva, ambas ramificaciones del Rio Nevá. El curso de agua desemboca en el Golfo de Finlandia, permitiendo la conexión con otros países nórdicos y resto de Europa Occidental.

  La Universidad Estatal de San Petersburgo era una imponente construcción, con numerosos edificios, parques arbolados y otras instalaciones dependientes de la Universidad, como el Jardín Botánico o el Museo Zoológico. El Departamento de Geología había logrado recibir financiamiento para abrir un laboratorio subterráneo, debajo de la Antigua Bolsa de San Petersburgo. Lika tenía su oficina allí. Luego de bajar por unas escaleras en espiral, accedió al pasillo principal y luego de varios pasos ingresó a su oficina. Dejó su saco en un perchero, encendió la calefacción y se sentó en su escritorio. Allí, subió toda la información de la expedición a un archivo en su computadora. Comenzó a desarrollar algoritmos de reconocimiento de los patrones de las rocas de la cueva y ninguno coincidía con los archivos del Departamento. ¿Qué era esa roca? ¿Por qué estaba allí? ¿Que relación tenía con las alucinaciones?

  Mientras tanto, Leonid permanecía en su laboratorio de microbiología. Allí, estaba analizando los especímenes de la cueva y las bacterias que poseían. Su trabajo de investigación consistía en analizar la presencia de bacterias en diversos ambientes, comparando sus capacidades adaptativas. Los escarabajos de la cueva parecían contener numerosas bacterias. Sin embargo, su morfología era atípica. Eso llamó la atención de Leonid, quién lo anotó en su reporte.

Lika recibe la visita de su amiga y colega, Yulia Krivova. Yulia era gemóloga y especialista en minerales.

_ Hola, Lika- dijo Yulia. -He traído un poco de café caliente.

_ Gracias, amiga- pronunció Lika, recibiendo una taza. -Estoy investigando algo pero nada parece cuadrar.

_ ¿De qué se trata? - indagó curiosamente Yulia.

_ He estado analizando una muestra de la Caja de Pandora de Morzlyy Grunt- explicó Lika. - Pero no coincide con ningún mineral del registro.

_ Dejame ver- dijo Yulia, acercando su ojo al microscopio. - Esto es en realidad interesante.

_ He hecho pruebas con el material- añadió Lika. - Pude determinar que es un superconductor, muy resistente y maleable al mismo tiempo.  Atómicamente, no pude detectar ningún elemento de la tabla periódica. En relación a la energía, he notado que puede almacenar energía por un tiempo indeterminado.

_ ¿Y le has puesto algún nombre? - preguntó Yulia.

_ Lo he llamado Ogaborgio- detalló Lika. - Lo he clasificado como un plasmometal.  Pude notar que frente a un cambio ambiental externo, el material parece cambiar de estado, desde plasma hasta sólido. Y brilla en la oscuridad, a veces.

_ Lika, estas frente a un elemento totalmente nuevo- recalcó Yulia. - Este es un descubrimiento magnífico.

_ Lo que no logro comprender es por qué nunca fue descubierto antes y por qué solo lo vi allí abajo- dijo Lika, pensativa. -A lo que quiero llegar es que no se por qué se formo ni cómo. ¿Qué pasó allí para que se creara?

_ Eso será algo para otro día- dijo Yulia, sonriente. -Tómate un descanso, ya has trabajado demasiado.

7 PM- DEPARTAMENTO DE LEONID Y LIKA

Lika se sienta en una silla y se relaja. Leonid llega bastante cansado. Deja su bolso con archivos sobre un escritorio y abraza a Lika. Deciden pedir comida a domicilio.
Mientras cenaban, a Leonid se le ocurre abrir una botella de vino, para relajarse. Apoya la botella sobre una de las esquinas de la mesa. Luego, torpemente, golpea la pata de la mesa, haciéndola temblar. Lika intenta agarrar la botella, pero esta cae de la mesa. Sin embargo, algo insólito ocurrió: la botella comenzó a flotar. Estaba rodeada de una especie de energía verde. Las manos de Leonid brillaban mientras la botella flotaba frente a sus ojos. La botella se apoya suavemente en el suelo y la energía regresa a las manos de Leonid, hasta apagarse. Ambos se miraban sin entender lo que estaba pasando allí.

Rápidamente, Leonid se toma una muestra de sangre y la coloca bajo un microscopio, que se encontraba sobre su pequeño "laboratorio", de tipo hogareño. Mientras veía a través del aparato, notó algo irregular en la muestra. Si bien no parecía representar una amenaza, la sustancia mostraba capacidad de replicación celular, lo que significaba que había logrado incorporarse al proceso natural de replicación celular de sus células somáticas. Al parecer, lo que pasó en la cueva no había sido una alucinación. Eso significaba que...

De pronto, el iris de los ojos de Lika cambia de color, como si fuera lava. Además de brillar, el color parecía desplazarse, como si se tratara de una llama de fuego en movimiento. Leonid queda perplejo viendo directo a los ojos de Lika.

_ ¿Qué sucede? - pregunta ella con miedo.
Leonid señala un espejo. Rápidamente, Lika corre hasta él y se aparta al ver sus ojos.

_¿Qué nos está sucediendo? - pregunta Lika.

_ Al parecer, lo de la cueva no fue una alucinación- sugiere Leonid.

_Pero no tiene sentido- replica Lika. -Estamos hablando de un pájaro de fuego que sale de una pared y de una esfera brillante. Parece salido de programa de ciencia ficción.

_ Nada es imposible, solo es desconocido- dice Leonid. - Debemos averiguar que nos esta pasando y rápido. No sabemos si esto es seguro o no.

_De acuerdo- asiente Lika, mirándose nuevamente al espejo, viendo sus ojos de fuego.

Zhar Ptitsa & the Green WizardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora