Capitulo 3

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"Me Haces tan Feliz"

Los días van pasando y cuando menos me doy cuenta ya es primero de Abril, lo que significa que después de esta noche no volveré a tener pesadillas, y ese motivo me levanta muchísimo el ánimo.

En todo el mes tanto mi desgaste físico como emocional se notó a sobremanera, ojeras marcadas y cansancio constante gracias a que prefería no dormir para no tener pesadillas, y para cuando lograba dormir un poco, despertaba sobresaltada por que las pesadillas no desaparecían.

Mi confesión a Kendall ayudó muchísimo, ahora más que nunca no se separa de mí, sabe que no puede besarme pero eso no le quitaba las manías de tomarme de la mano y besarme la misma constantemente.

El día de nuestro aniversario concordamos que ante todo el mundo ya seriamos novios, y así él se aseguraría de que nadie más se intentara propasar conmigo, pero yo sabía que se debían más a los celos que sentía de todos los hombres en general, sé que ante los ojos de los chicos no soy invisible, incluso hasta sé que soy una de las solteras más codiciadas, pero bueno todos creían que Kendall y yo algún día terminaríamos juntos. No estaban lejos de la verdad.

Me pongo en pie metiéndome rápidamente a la ducha, esta mañana quiero estar fenomenal. Cuando me estoy vistiendo no puedo evitar ver mi figura en el espejo, he perdido peso rápidamente, definitivamente lo de pasar desapercibida no es lo mío, no solo se me marcan las bolsas bajo los ojos, sí no también las costillas y la clavícula; joder que parezco un zombi, no sé cómo Kendall puede estar enamorado de mí.

Con el ánimo por los suelos bajo a la cocina a buscar al motor de mi vida. Encuentro a mi madre con su café en las manos mientras lee el periódico recostada en la encimera hablando de no sé qué con Rosita. Me acerco sin que se den cuenta y me grabo esa escena en la memoria.

Ellas dos tan perfectas como cada mañana, preparando el desayuno o como hoy platicando de la vida esperando mi llegada, las mañanas en mi casa nunca pudieron ser más perfectas.

-Te juro Ester que no podía creer que fuera ella, siempre tan pulcra y recatada y ahí estaba besando a ese niño-.

Me río del dramatismo de Rosita, haciéndome notar en la estancia.

-Por Dios señoras pero a quien estamos juzgando esta mañana-, pregunto con gracia, a notar que seguro será a una de las vecinas.

-A doña Mari Luz-, responde rápidamente mamá. –Cuéntale Rosita-, la ínsita rápidamente sentándose en su lugar para empezar a comer.

-Pues es que ayer que salía al banco, pase a comprar un café a Ventun, ya sabes para el camino, bueno la cosa es que cuando entre al local, la vi, pero que yo creía que estaba con uno de sus nietos o algo así, y no, porque beso al chico en los labios, y no fue un simple beso, no, ese beso llevaba lengua-, dice agrandando los ojos.

Para que negar que eso si era de asombrarse, esa señora se la pasa criticando a cada persona del pueblo, y ahora resulta que es una sugar mommy, solo de pensarlo, me parto de risa. Al final ninguna de las tres se aguanta la risa, y terminamos desayunando mientras le bajamos el cuero a la señora, al fin de cuentas es lo que ella hace con todo el mundo.

Al dejarme en la entrada del colegio mamá me pide que no llegue tarde a casa, ya que tiene algo importante que decirme y necesita que llegue lo más pronto posible. Y dejándome con esa gran intriga se marcha sin más.

Me quedo como tonta viéndola marchar, porque prácticamente me boto fuera del auto, de verdad que al parecer hoy amanecimos del lado contrario de la cama.

Despabilo después de un rato al ver llegar a mis amigas. Entramos rápidamente al colegio, creo que todas tenemos un motivo que no nos hace esperar cada mañana, y ese motivo está ahí, parados al pie de la escaleras enfrascados en una conversación.

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⏰ Última actualización: Jan 26, 2021 ⏰

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