El ciclo se repite y Lincoln Loud sabe lo que está apunto de pasar, por desgracia sus hermanas no le permitirán interferir, ahora el patriarca Loud solo le queda rezar... Y esperar a que su hijo, Lemy Loud logré lo que él nunca logro.... Escapar.
Lincoln solo se encontraba sentado una silla de metal mientras se recargaba en una mesa mientras bebía un poco de café que Lynn Padre le había servido, la tarde era bastante tranquila en el restaurante de Lynn Loud Padre, siempre lo había sido, y el hecho de que no hubiese persona ese día le daba una gran paz a todo el lugar. Lincoln solo miraba todo el lugar, admirando como su padre a pesar de su edad, aun era capaz de manejar el restaurante, y también el como podia controlar a sus empleados como aquella grosera chica.
Lincoln solo siguió bebiendo de su café mientras se ponía a pensar en varias cosas, entre ellas era el hecho de ¿A quien le dejaría el restaurante su padre?, obviamente a ninguno de ellos claro estaba, suponía que al final lo terminaría vendiendo a alguien cuando por fin se jubilara.
-Esta bueno -Comento Lincoln mientras ponía su taza en la mesa.
-Y pensar que hace unos años te desagradaba el café -Decía Lynn Padre mientras se acercaba a la mesa para sentarse.
-Aun lo hace, la diferencia es que al menos ahora le pongo azúcar.
Lincoln solo le dio otro sorbo a su café mientras que su padre solo suspiraba.
- ¿Y cómo han ido las cosas últimamente? -Pregunto Lynn Padre.
-Bastante bien, logré entregar a tiempo el último de mis trabajos a la editorial y pues me dieron un tiempo libre para descansar.
-Me alegro, las pocas veces en las cuales te he visto se nota mucho la falta de sueño te llegas a tener.
- ¿En serio se me nota mucho?
-Tus ojos te delatan, ya de por sí tu cabello no te beneficia a esta edad, ahora sus ojeras solo te hacen ver más grande de lo que eres.
-Podría decirse que luzco más viejo que tú -Lincoln dijo con gracia, logrando sacarle una leve sonría a su padre.
Esto de igual forma le saco una sonrisa a Lincoln, para este punto era bastante difícil el ver a su padre sonreír, aunque igual no lo culpaba, él ha tenido que fingir su sonrisa de igual forma, y las pocas veces que ha podido sonreír de forma genuina es con sus hijos, y a veces con sus hermanas, pero con estas es algo muy difícil la mayoría de las veces.
- ¿Tus hermanas? -Dijo algo serio.
-Bien, han estado bien, bastante felices por lo del viaje -Dijo Lincoln con neutralidad.
-Ya veo... ¿Y cómo están ellos? -Pregunto Lynn con algo de seriedad, cosa que fue notada por Lincoln, algo que lo hizo fruncir el ceño.
-Ellos, tienen nombres papá -Dijo Lincoln con un notorio enojo en su voz-. Mis hijos tienen nombre.
