El ciclo se repite y Lincoln Loud sabe lo que está apunto de pasar, por desgracia sus hermanas no le permitirán interferir, ahora el patriarca Loud solo le queda rezar... Y esperar a que su hijo, Lemy Loud logré lo que él nunca logro.... Escapar.
La primera casa Loud, todo se encontraba bastante en calma a tales horas de la noche, y entre los pasillos que alguna vez fueron habitados por las 10 hijas y su hijo de la pareja, pasillos que contaban una historia que, hasta el momento, en la serie que todos conocemos, las cosas han ido cambiando, aunque no vayan del todo bien, la vida de la familia más ruidosa de Nick ha ido cambiando, quizás las cosas que incluso uno desea por fin se cumplan y la vida de todos vayan para mucho mejor.
Pero la pregunta aquí es, ¿en qué momento de nuestra historia, aquella línea que iba en una sola dirección se partió para dar origen a esta y muchas otras ramificaciones? Sobre todo, esta, pues muy a pesar del pasado de los padres, la vida de los hijos era como la que todos conocíamos... ¿O no?
Quien sabrá, eran cosas que todos nos cuestionamos, en especial, Lynn Padre, el cual iba saliendo del baño, pasando por los pasillos, solo para abrir la puerta de un cuarto, y mirando de reojo a las 2 pequeñas hijas de Lincoln, a pesar de su terrible y asqueroso pasado, eran buenas niñas, Lynn las miraba con tristeza, pero, con cariño a la vez, no tenía razones para odiarlas, aunque fueran la consecuencia del peor de los errores, seguían siendo humanos sin pecado con el cual cargar realmente.
Lynn cerro con cuidado la puerta para no despertarlas, en serio ¿Qué tan miserable tenía que ser la vida para provocar esto? ¿en qué momento Dios permitió que todo esto fuera permitido? O al menos, se preguntaba si existía un Dios como tal, de ser todopoderoso, no podía ser bueno de todo, y si era bueno del todo, no podía ser todopoderoso.
Al final, solo eran un juguete más al capricho de quien quiera que los controlara, y eso, era triste, porque de ser así, su Dios sin duda, era el peor de todos, como para darle, este destino, fue todo lo que en su mente se encontraba, por lo que solo regreso a su cama para volver a descansar; tenía que pensar muchas cosas temprano, una de ellas, hacer que Lemy se acercara más a él, o más importante, que él al menos lograra hacer que su nieto no lo viera como un viejo amargado que odiaba la vida, aunque no era muy alejado de la realidad.
Ahora comprendía como se sentía su viejo vecino que en paz descanse.
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Ooh dulce lunes, aunque de dulce no tiene nada este pinche día porque a nadie le gustan los lunes, y los niños Loud eran un claro ejemplo de esto, se puede ver a Lemy, Lupa, Lacy y Liby con una cara de valiendo queso detrás de la puerta del baño.
—¿Cuánto tiempo más se va a tardar? Siento que llevo años parado aquí.
—No lo sé, y a este paso se nos hará tarde —comento Lacy.
