Capítulo 1: No estas sola

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Veinticuatro horas era el tiempo que había pasado desde que le dieron la noticia de su embarazo. Veinticuatro horas en la que su mente no lograba encontrar la paz y la atormentaba con mil pensamientos por hora.

— Tienes que comer — Le dice Pepper.

— No tengo hambre y aunque la tuviera no pienso comer eso — Señalo la bandeja con un tazón de sopa, una compotera con gelatina y un bazo con jugo que era más agua que jugo — Detesto la comida de hospital.

— Come la gelatina al menos, te prometo que sabe bien — Le aseguro.

— ¿No podrías traerme una hamburguesa o al menos un sándwich de jamón y queso? — Pregunto.

— Toni — Dijo con tono de regaño.

— Contigo no puedo ¿No?.

— No.

Antes de que tocará algo de la comida, la puerta se abrió haciendo que ambas voltearan para ver al médico que le dio la noticia sobre la operación y de su embarazo, ahora acompañado por otro hombre y por su bata blanca suponía que también era médico.
 El segundo era alto, su piel era de una tonalidad entre clara y oscura, ojos verde claros y por su cabello blanco suponía que era un hombre de edad ya, tal vez entre los 45 y 50 años.

— Buen día Señorita Stark — Saludo el hombre más joven — Espero que se encuentre más tranquila — La de ojos café no respondió y solo se dedicó a mirarlo con una expresión en blanco — Él es el Doctor Volker Neumann, es cardiólogo y está aquí para a...

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— Buen día Señorita Stark — Saludo el hombre más joven — Espero que se encuentre más tranquila — La de ojos café no respondió y solo se dedicó a mirarlo con una expresión en blanco — Él es el Doctor Volker Neumann, es cardiólogo y está aquí para ayudarme a explicarle su situación.

— ¿Explicar qué?. Estoy embarazada — Pregunto con una ceja alzada — ¿No sería mejor un ginecólogo?.

— Toni — Pepper se acercó a la cama — Escúchalos.

Análisiso a los tres y sus caras serias, pero antes de que pudiera decir algo, alguien más se le adelanto.

— Vera Señorita — Neumann hablo con un ligero asentó alemán — Estoy seguro que el Doctor Williams aquí — Señaló a su colega — Le dijo en la condición en la que llegó y porque se la tuvo que operar de urgencia — Ella asintió — Pues vera, a pesar de que se la intervino lo más rápido posible, pequeñas partículas de metralla llegaron demasiado cerca su corazón y a quedado muy delicado, más que otras veces me atrevo a decir.

— No sé preocupe por eso, me han arrancado el reactor antes y sobreviví, mi corazón es bastante resistente — Dijo sin mucha importancia, ya estaba acostumbrada a su condición.

— Señorita Stark — Llamo el Doctor Williams — Tal vez si su situación fuera otra podría no preocuparse tanto, pero en la condición en la que se encuentra debo decirle que no es algo que se pueda tomar a la ligera.

— Se refiere al embarazo.

— Así es — Dijo Neumann — Las embarazadas con enfermedades cardíacas pueden tener partos prematuros y el riesgo de muerte tanto materna como fetal es alto — La heroína no dijo nada y él tomó eso como señal para seguir explicando — No digo que todas las embarazadas que padezcan alguna insuficiencia cardíaca mueren durante el parto o sus hijo, de hecho si se lleva un buen tratamiento las probabilidades de que tanto la madre como el bebé sobrevivan es de un 70 - 80%.

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