Siempre se cuenta la historia de los Elegidos, de los héroes, pero... ¿qué pasa si no eres tú quien se ve envuelta en una trama fantástica? ¿Qué pasaría si fuera... tu novio, con el que estás a punto de irte a vivir?
La vida de Clara era perfecta ha...
Todas las relaciones tienen alguna pega. Por muy enamorada que estés, siempre te encuentras una ex metomentodo, una suegra insoportable o un tío abuelo pervertido. O peor: que de repente diga que ese partido de extrema derecha «no es tan malo». Siempre hay algo contra lo que hay que luchar para hacer que esa relación salga adelante.
Lo que una chica de veinte años no espera es que en la suya, precisamente en la suya, la pega sea una maldición. La mayoría de las chicas esperan que sus novios sean especiales de alguna manera, que se distingan de los demás, pero os puedo asegurar que yo no era así, ni lo seré nunca. Yo quería un chico cariñoso que me tratara como una reina, no que asegurara poder hacerme una de verdad. De los goblins, ni más ni menos.
Pero me estoy adelantando a los acontecimientos.
Me llamo Clara, tengo veinte años y este es el relato de cómo me enteré de que mi novio, Roberto, era el Elegido para salvar a los goblins oscuros de la Gran Maldición y así reclamar el Trono de Metal. ¿Te suena a cuento? Imagínate a mí, cuando me enteré.
