Miraba impaciente el reloj, quería salir e irse corriendo a su casa, todo para evitar problemas un tanto serios.
No quería volver a pelearse con nadie, no quería tener problemas y muchísimo menos, si era con alguien de su misma institución. El director había sido claro con lo de su comportamiento, y si se volvía a meter en problemas, no tendría de otra más que expulsarlo. Iban dos veces en lo que iba del año, y eso que recién empezaba octubre, por eso debía comportarse, bueno, o hacer el intento.
Ya lo habían cambiado cinco veces en dos años, a lo próximo, tendría que estudiar en casa, y no le apetecía del todo.
Y con todas sus fuerzas, el timbre retumbó en toda la institución, haciendo que él tomara sus cosas y saliera a tropezones rumbo a su casillero, dejaría su libro de química y se iría, nada más. No había un ir al baño, ni a enfermería, ni a ningún lado, era dejar el libro e irse.
Logró hacerlo, iba llegando al portón que sería la salvación para su expulsión, cuando sintió que lo tomaban del hombro, para luego sentir como su vista se nublaba. Había recibido un golpe.
—Oh, lo siento Sim, fue sin querer— ojeó al chico de pies a cabeza, como si fuera un completo extraño. —vaamooos, no me mires así, me dan ganas de irme y la fiesta recién comienza, no seas aburrido Sim.
—Ya déjame Gideon, no quiero seguir con esto, ha pasado un maldito mes, debes superarlo por Dios— habló molesto mientras se levantaba y agarraba su mochila.
—Yi dijimi Gidiin, ni quiri siguir cin isti— se burló el más alto. —deja de pedir lo imposible. Le hiciste un daño irreparable a mí corazón, ahora debes de pagar por ello.
—Bien... tú lo haz pedido— arrojó su mochila y no lo pensó ni una vez, y soltó su puño contra la pálida cara del chico. De la nariz de éste, comenzó a salir un oscuro y no tan espeso líquido, manchando así el uniforme del rubio. —tú querías que te pague, ahí está, ahora sigue lo que tú mismo empezaste— no esperó a que le responda y se lanzó sobre Gideon, golpeándolo todo lo que pudo, igual que el antes mencionado, también repartió varios golpes en su cara, aunque, no quedaría tan mal como él.
Muchos de los alumnos que se habían reunido ahí, advirtieron que el director estaba por dar presencia en el lugar, obligándolos a salir corriendo.
—¡ALTO, MUCHACHOS!, ¡JÓVENES, HEY, SUFICIENTE!, ¡BASTA, CARAJO!— gritó el director, haciéndolos separar. —Sim y Wolf, directo a mí oficina, ahora mismo— ambos recogieron sus cosas y con la cabeza en alto se dirigieron a la oficina del director.
Ahí sentados, esperaron a que el director se sentara frente a ellos.
Éste, una vez llegó, los miró con cierta interrogación y con desapruebo al más bajo. —Ahora me van a explicar por qué peleaban, y tú Sim, esperarás a que tus padres lleguen, hablaremos muy seriamente— no pudo evitar temblar, sabía lo que se venía.
Bueno, un instituto más a su lista de conquistas institucionales, ¿no?.
Se lo tomaba a chiste en su cabeza, algunas veces, obvio, pero de verdad le preocupaba lo que fuera a pasar. Esta sería la sexta vez en dos años, bueno, con este serían tres.
Tres años de puros cambios de escuela, de casa y próximamente, de ciudad. Lo único que faltaba era hacer que dejaran Inglaterra por su comportamiento. Bueno, no creía llegar a tanto, pero de que era probable, lo era.
Al cabo de media hora y un millón de explicaciones y medio billón de súplicas por su parte, llegaron sus padres, haciéndolo estremecer en su lugar. Ambos mayores lo miraban con el ceño fruncido, él sólo pudo sonreírles con nerviosismo y después desvió la mirada.
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Jazbaluar: Pasión Bajo La Luz De La Luna
RandomLuego de ser expulsado del instituto, Logan es enviado por sus padres a un internado para corregir su comportamiento. En cuanto llega al lugar los rumores sobre el porqué está ahí no tardan en difundirse, y termina por explotar provocando justo lo q...