Jazbaluar: Pasión Bajo La Luz De La Luna

Capítulo 3

Les tomó alrededor de diez minutos dar con la maldita puerta de entrada, ¡diez minutos!, bueno, aunque en realidad sí los había apreciado, ya que, pudo oír un poco más la preciosa voz de Noah.

Mientras el chico sólo hablaba de cómo construyeron el lugar y en qué año se colocó la primera piedra, él no podía apartar su mirada de su encantadora sonrisa.

-Oye- interrumpió suavemente. -¿no crees que sería mejor hablar un poco de nosotros y luego, cuando estemos viendo las instalaciones, me cuentas lo otro?- el rubio asintió y volvió a sonreír.

-Bien, soy Noah Flemming y, hace tres años ingresé a Jazbaluar- contó brevemente Noah.

-¿Nada más?- el más alto negó.

-No soy un chico muy interesante, si te pones a pensar.

-Pero supongo tienes amigos, novia, te gusta salir o... algo así, ¿no?.

-De hecho, soy todo lo contrario. Sólo tengo a mí mejor amigo, Connor, a mí novio Matthew y, no soy de salir, el toque de queda es absurdamente temprano y no te da tiempo a nada.

-bien, tiene novio, no hay chance- pensó y se hincó de hombros levemente, sin llamar la atención del otro.

-A ver, es momento de comenzar con la historia de aquí- el de ojos color miel se frenó en la puerta que daría inicio a su vida allí, para luego empujarla hasta abrirla completamente. -este lugar tiene años de historia, y, como Tessa nos contó, la primera piedra fue puesta quinientos años antes de Cristo, por lo que, este lugar tiene su tiempo, aunque, Reggina nos dijo que fue tirado por bombas alrededor de tres veces, y las tres veces, Jazbaluar revivió, dejando a la vista que nuestra gente era guerrera y no se dejaba vencer.

Según la historia cuenta, estos tapetes de pared han sido bordados por una princesa que fue encerrada en una de las cámaras, y que, quinientos años después de su encierro, su bordado y esqueleto fueron retirados, uno colgado y otro enterrado, pero ambos quedando en la historia de Jazbaluar- él observaba maravillado cada manto que colgaba desde el techo hasta el suelo. -pero sin duda alguna, el más importante, es el que se encuentra en la cámara más antigua, nadie se atrevió a quitarlo, pues lleva tantos años ahí, que al removerlo, el lugar podría derrumbarse.

-Woah, ¿de verdad?- Flemming se limitó a asentir.

-El más reciente, tiene alrededor de siete siglos de edad, por lo que, nos remonta a setecientos años de historia- se frenaron frente al que, creía era el protagonista del reciente relato, observándolo detalladamente. -historia que es tomada como examen final- agregó.

-¿Los setecientos años?.

-Sip, y eso si está de humor y no decide agregar los otros- el rubio le sonrió. -¿seguimos?.

-Claro que sí- comenzaron a andar por los pasillos, poniéndose en un cruce de caminos.

-Por el lado derecho, se encuentran los salones y la biblioteca, y, por el izquierdo, vas a encontrar el comedor y la sala de estar- asintió y lo miró expectante. -oh sí. Yo sólo podré enseñarte, por el momento, lo último, los salones están prohibidos fuera del horario y en la biblioteca no hay nadie, entonces, sigamos- avanzaron unos pocos metros por el lado izquierdo y luego, poniendo un poco de fuerza, lograron abrir las puertas del comedor. -esta parte también es antigua, no tanto como otras partes, pero, tiene sus años también- contó mientras le daban un corto vistazo. -aquí, la sala de estar. Normalmente la usamos luego de clases, cuando no hay tareas o los fines de semana.

-Hay demasiados libros- se sorprendió, pues parecía una biblioteca.

-Sí, estos son libros que no nos piden para clases; hay de poesía, terror, fantasía e incluso historia, para los curiosos que desean satisfacer su intriga.