Capítulo 29

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Miro al hombre un par de segundos, abro la boca para decir algo, pero ningún sonido sale de mi boca lo único que puedo hacer es estrechar la mano me extiende.

-Mi nombre es...-

-Rea Jones, sí lo sé- me mira para después hacer una mueca- mi esposa me ha hablado de ti-

-Dudo que hayan sido cosas buenas-

A mi ex suegro-el cual no había conocido- parece divertirrle, mi sarcasmo. Hago una pequeña mueca, me mira fijamente antes de responderme.

-Supones bien, pero quería comprobar que tan cierto era lo que decía mi esposa, acerca de ti- ladea su cabeza- acabo de descubrir que tan equivocada estaba, ninguna mujer o hombre, haría lo que tú hiciste por mí. Estaré realmente agradecido contigo-

El padre de Sevastien, me sonríe dulcemente, no puedo evitar regresarle la sonrisa pero, recuerdo todo lo que ha pasado con su hijo mi sonrisa se borra. Miro la taza de mi café, como si me diera alguna respuesta, el se da cuenta de mi cambio de ánimo, porque pone una mano sobre la mía.

-Sé la historia que tienes con mi hijo-

Bufo y sonrío sin emoción.

-Honestamente señor, si puedo preguntar- lo miro- ¿Qué quiere de mí? Su esposa y usted, deben de estar contentos de que su hijo, se alejara de una mujer como yo-

Me encojo como para no darle importancia, pero la punzada en mi pecho me dice lo contrario. Veo como el señor Stirling padre, frunce sus cejas.

-Nunca me alegraría de la infelicidad de mi hijo, si decidí acercarme a ti, es para pedirte que recuperes a mi hijo- frunzo el ceño- él mismo me dijo todo lo que habían vivido-suspira- en uno de los viajes que hizo a Rusia, vi a mi hijo con un brillo en su mirada uno que ya no veía desde...-

Guarda silencio un par de segundos, entonces comprendo que se trata de Alaska. Respondo.

-Desde lo de Alaska-

Me mira, como afirmando mis palabras.

-Veo que ya lo sabes-

Asiento

-También de que pertenecen a la mafia, si también eso losé-

El padre de Sevastien, me mira con los ojos abiertos de la sorpresa. Creo que no pensaba que la relación con su hijo, llegara tan lejos.

-Debes de ser especial, para que mi hijo te haya contado acerca de nuestro linaje familiar-

Hago una pequeña mueca, mientras sonrío ligeramente.

-De hecho, me enteré de otra forma, digamos que todo no salió como lo esperado- me encojo en hombros- su hijo, solo terminó de confirmarme todo y de asegurarme que no todo es como los libros que suelo leer-

El hombre, suelta una risa ante mi descripción.

-También, estás al tanto del bebé que espera-

Tomo una respiración profunda, antes de soltarla suavemente por mis labios. Asiento, ligeramente.

-Sí, nosotros tomamos la decisión de terminar, para que un ser indefenso no pasara lo que yo pasé- trago duro- su hijo, me dijo que yo no merecía ser el papel de madrastra...- niego- a pesar de las buenas intenciones, duele como la mierda- digo tomando mi café.

Parpadeo un par de veces, para luchar contra las lágrimas que pican en el fondo de mis ojos. El señor Stirling, coloca una mano sobre la mía dándome un pequeño apretón reconfortante.

-Mi hijo me contó acerca de ti y de tu pasado- antes de que pueda decir algo, me interrumpe- déjame decirte que te admiro, por tener el valor de levantarte después de lo que te pasó. Con lo sucedido hace rato me ha dejado claro que, no eres para una mujer que se quería aprovechar de mi hijo, como decía mi esposa-

Amor RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora