Prólogo

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-Me gusta la nieve ¿ya se lo había dicho?- desvio mi mirada desde la ventana y sonrió inocentemente hacia el doctor Marcos Pérez que se encuentra sentado frente a mi, con su típica bata Blanca y unos jeans oscuros, este solo asiente y sonríe.

El silencio se apodera del lugar durante unos segundos, hace un poco de frio en esta habitación tan blanca y silenciosa que me sofoca.

-Si, lo sé- le sonrio.

-Asi que lo recuerda.

Unos mechones rebeldes de mi cabello caen por mi rostro dificultando mi visión, desearía poder apartarlos pero desafortunadamente, la camisa de fuerza me lo impide.

-Amas la nieve, porque te recuerda cuando cobraste tu primera víctima y dejaste tirado el cadáver mientras la sangre de este chorreaba y caía sobre la nieve, dejando según tu, una hermosa combinación de blanco y rojo, me lo has dicho la vez pasada que vine aquí para que contestes mis preguntas y te negaste a hacerlo.- contesta el doctor mientras se encarga de apartar aquellos mechones y colocarlos tras de mi oreja.

Mi sonrisa no se desvanece solo crece un poco más.

-Me halaga que recuerde nuestra conversación doctor- afirmó. Me agacho un poco de forma que quedó a unos centímetros de su rostro, pero el no tiembla, no se inmuta con mi cercanía por más que el miedo esté en sus ojos, me sorprende, todos los doctores de este hospital psiquiátrico me temen, no se acercan ni a un metro de distancia, y los que entran, salen por esa puerta para nunca jamás volver a querer atravesarla, me gusta intimidarlos, es divertido ver su expresión de miedo hacia alguien que no se encuentra en posición de hacerle daño a nadie.

-Esta bien, contestaré sus preguntas solo porque me agrada, así que puede comenzar.

El parece meditar durante un pequeño lapso de tiempo, pero me estoy aburriendo y decido provocarlo.

-¿Qué le pasa? ¿Por qué tan callado?- pregunto como una pequeña niña inocente- Aún no le he comido la lengua doctor.

Le guiño el ojo y suelto una pequeña risa mientras que este solo me mira con el ceño levemente fruncido.

-Mejor comencemos de una vez Vivian.

Hola...
No soy una escritora profesional solo soy una simple aficionada que está más al pedo que bocina de avión.
En fin, espero les guste esto que surgió en mi bendita imaginación.

Besos helados:3

Vivian(Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora