Still Into You // Todoroki Shoto x tu //

VII: Pequeño Shoto.

Ikari se encontraba hasta el fondo de la muchedumbre, cruzada de brazos con un pequeño puchero. Casi como una niña pequeña. Aizawa no le había dejado hacer la prueba ni aunque le rogara y lo sobornara con un saco para dormir nuevo. Según el, era "peligroso" que ella hiciera la prueba. A la chica le resultaba así en ciertos aspectos, pero no al punto de no llegar a hacer la prueba que el había puesto.

De un momento a otro, su mirada se centró en el bicolor, quién, de nuevo, y por quinta vez en el día se encontraba mirándola fijamente. Lo primero que le vino a la cabeza a Ikari fue "No le caí bien" y un "Buen trabajo, Ikari. Arruina la oportunidad de recuperar a tu amigo de la infancia con tu estupida actitud".

A la chica realmente le hacía ilusión el que pudiera volver a hablar como cuando niños con Shoto. Le parecía una persona súper linda y tierna, además de que fue su mejor, y primer amigo, incluso antes que Bakugo.

Tenía la necesidad de ayudarlo, ya que, con el solo hecho de verle la cara, se confirmaba el hecho de que no le fue bien y el por que ya no es el mismo niño risueño de antes.

Ambos pequeños se conocieron en un parque, Ikari solía ir ahí después de el jardín de niños, por otro lado, según lo que el pequeño le contó, su madre solía llevarlo las veces que podía. Ikari, la primera vez que lo vio no pudo evitar correr hacía el y preguntarle "¿Tu cabello es real?" A lo que el niño, con inocencia, respondió un "Eso creo". Ikari aún recordaba ese día como si fuera ayer.

[Hace 11 años]

—Ten cuidado cariño.— Advirtió cierta albina al ver a su pequeño alejarse de ella.

—¡Si mamá!— Respondió aquel pequeño niño mientras corría hacía los columpios.

Por otro lado, una niñita rubia de 4 años recién cumplidos merodeaba por aquel parque. Su hermano se había ido con su amigo a quien sabe dónde por un camino del bosque, pero ella ni loca se metería ahí.

A lo lejos logró divisar aquella inusual cabellera. "¡DOS COLORES!" Pensó con alegría e inocencia. Corriendo, fue hacía el dueño de aquel precioso y raro cabello.

Al estar lo suficientemente cerca, se percató de que era un niño, uno que trataba de columpiarse, sin éxito.

—Oye— Llamó la pequeña al estar frente al niño.

El susodicho, que antes tenía su mirada hacía el piso, ahora la posó sobre ella.

—Tu cabello... ¿es real?— Preguntó inclinando un poco su cabeza.

—Um... Eso creo..— Contestó el pequeño.

La chica se acercó lo suficiente a él y le tocó el cabello.

—¡Que lindo!— Admitió la niñita con una sonrisa.

El niño mostró un pequeño sonrojo.

—G-Gracias..— Contesto.

—Mou..— Se quejó la rubia. —Me gustaría tener un cabello lindo como el tuyo..— Admitió.

—¿Mm?— Hizo un ruido, dando a entender que no lo comprendía.

—Hablo de que tu cabello.. ¡Tiene dos colores!— Grito entusiasmada la pequeña.