Sellos Oscuros

Capitulo 1: El encuentro.

4:00AM 15 de Juliu de 2165

Ha tenido otro día como cualquiera, lleno de preocupaciones que albergan estrategias para sus planes en la eliminación de personas no grata a la sociedad. Su cansancio permanente es vitamina para su hobby favorito, dormir. Brayden en algunas madrugadas tiene pesadilla de su niñez, pero no logra recordar a nadie de su familia, solamente una vaga imagen de su misma semejanza corriendo todo el tiempo para un santuario vigilando por seres encapuchados que protegen la entrada. Nunca ha podido abrir esa puerta porque cada vez que intenta entrar lo asesinan y en consecuencia despierta rápidamente. Su fallecida tía, nunca le pudo decir de dónde provenía. Para recordarla se hizo un collar con su nombre y a pesar de éso no le bastó, llenó todo su cuarto con fotos de los dos en sus momentos más felices. Estela siempre intentó encontrar algún indicio de su nacimiento y localizar a parientes vivos, pero sus esfuerzos fueron en vano a pesar de disponer parte de su fortuna para lograrlo. Su apariencia no era normal, pero nunca dudó en ayudarlo. El chico para olvidar su vida pasada, se regocija con la participación de donaciones económicas a instituciones de beneficencia para los humildes, no hace presencia de su persona y prefiere el anonimato debido a las cosas que hace.

Su carácter colérico no le permite lamentarse de situaciones emocionales cuando hace su trabajo. Siendo un asesino, la frialdad predomina en su personalidad casi todo el tiempo. Vive en la hermosa ciudad de Oblión capital de Sátugan, en una antigua mansión que se ubica en la cima de una colina con vista al mar dentro de una pequeña urbanización de ricos. Ya hace tres años que se le unió Emma y sus hijos.

Su tía, dueña de varias propiedades que la sitúan en la clase alta de la sociedad le dejó todos sus bienes al chico. Poco a poco le enseñó a socializar con las personas, a respetar a los demás y a tener humildad ante todo. Éste último valor moral ya lo practicaba de ante mano por vivir en las calles desde su infancia. Le dió las mejores oportunidades de estudios donde éste aprovechó al máximo el privilegio para poder cumplir sus metas. A la edad de seis años conoció a su tía pero en realidad no buscaba comodidad alguna ni beneficios monetarios. Él la ayudó a levantarse cuando ésta se calló al tropezar en la entrada de una tienda, la vista de él percató la situación y salió rápido hacia ella. La misma al principio se asustó mucho por su apariencia, pero la curó de forma natural con hierbas medicinales que tenía encima para la protección de sus propios amigos con los cuales sobrevivían día a día la necesidad y el hambre. Estela se sorprendió mucho con su gesto y le brindó Gunkos en efectivo dónde él no lo aceptó y siguió su camino.

Realmente ella apenada quería devolverle el favor y se puso a investigar de dónde era y como vivía. Para su sorpresa lloró mucho al saber toda la verdad. El chico se hizo responsable por el cuidado y el apoyo de nueve niños más. También descubrió que no paraba de buscar comida en la basura y trabajar en lo que pudiera para ayudarlos. Ella decidió brindarle un lugar para vivir, pero una vez más él no aceptó. Le dejó claro que sin sus amigos no iría a ningún lado. Se dejaron de ver los dos por un tiempo de seis meses y luego de ésto lo volvió a buscar. Le propuso que si aceptaba vivir con ella le daría una vida digna a sus compañeros. Vivirían en un orfanato y tendrían la prioridad de ser adoptados por familiares con una posición social muy alta y para que se cumpliera rápidamente esta condición dejó una gran cantidad de Gunkos. Al principio él dudó mucho, pero les explicó a todos lo que iba a pasar con sus vidas si aceptaba las condiciones de Estela. Todos se pusieron tristes y se abrazaron fuertemente, pero al final entendieron que era su única oportunidad de mejorar.

Una vez que estaban juntos, lo hizo un profesional y le dió un estatus de prestigio dónde él siempre le hizo rechazo a ésto porque no se sentía cómodo ante tantos lujos y beneficios. Pasó mucho tiempo para adaptarse y logró al menos mantener el respeto y la cordura ante la gente de clase. Brayden vió mucha violencia en las calles desde niño, pero quería hacer algo de justicia para las víctimas. Intentó ser policía aún sabiendo que su vida siempre iba a correr peligro y no pudo ya que su tía no lo permitió bajo ningún concepto, más bien quería que fuera alguien para que ayudara a los demás sanamente sin que su vida tuviera tanta violencia. Él la entendía por una parte, pero insistía en que había que hacer algo duro con los personas que hacían el mal y solamente quedaban libres o iban a la cárcel. Estela vió mucha maldad en el chico y le preguntó por qué pensaba así de esa manera, que le dió todo para que fuera una persona de bien y ayudara a los que pudiera. Brayden con lágrimas en sus ojos le contesta que para él no basta con que las personas malas se pasen toda una vida en la cárcel cuando realmente hacen mucho daño. Discutieron días, se alargaron a semanas y Estela lamentó mucho ese pensamiento tan duro.