Prólogo.

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Hace miles de años atrás, la tierra estaba repleta por seres fantásticos de forma antropomorfa, dispuestos a cumplir las plegarias de quien los solicitase. Estos seres no tenían un origen o un nombre definido, pero las primeras civilizaciones los denominaban como "fundadores de deseos". A pesar de su estadía en la tierra, los fundadores de deseos no interactuaron con el hombre hasta hace 15,000 años, pero estos desaparecieron poco a poco sin razón aparentemente.

Debido a su desaparición el hombre creo criaturas mitológicas para justificar las acciones de los fundadores. Todos los deseos que cumplían los pocos fundadores que quedaban fueron tomados como obra de criaturas inventadas por ellos mismos. Para 1400 D.c los fundadores de deseos desaparecieron de la faz de la tierra, y ya nadie cree en ellos. Y lo poco que queda de lo que alguna vez fueron está ilustrado en nuestra época como genios de la lámpara o hadas madrinas.

Cuando éramos niños solían contarnos historias bonitas, historias ficticias con un final generalmente feliz. Más de una de las historias contaban con un hada madrina, un poso mágico, un genio de la lámpara o una estrella fugaz, todas esas cosas que nos daban la ilusión de que todos nuestros deseos podían cumplirse. Pero cuando crecíamos y descubríamos la vida, o más bien la realidad, era lógico que perdiéramos creencia a esas historias que alguna vez nos contaron.

¿A qué edad los niños pierden interés en los deseos? ¿a los 10 años ? ¿a los 13 años?Pues Diego Fuentes era un chico de 17 años, apunto de cumplir los 18, que aun tenía su creencia firme. Cada vez que apagaba las velas de cumpleaños, cada vez que miraba una estrella fugaz, cada vez que tiraba una moneda a una fuente, siempre pedía un deseo. El sabia que mientras no perdiera la esperanza sus deseos podrían cumplirse, tal vez no todos, pero eso no le importaba.

¿Eres como Diego?, si tu respuesta es si, aunque lo dudo, entonces quédate, si quieres. Si tu respuesta es no, que es lo más probable, entonces puedes irte, si quieres, pero siempre serás bienvenido.

El último fundador de deseos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora