Nuevos Sentimientos😻

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Cuando llegamos al parque mi mamá me dejó allí y ella se fue al súper, pero no sin antes indicarme que la casa de su amiga quedaba justo frente al parque, la verdad me sentía tranquila teniéndola cerca y yo sé que ella sí deja que me divierta. Nos despedimos y no sé, pero automáticamente mi cuerpo, mi cerebro, toda yo estaba buscando a alguien en específico, sí, estaba tratando de toparme con el cabello de Mitsuki tan celeste como el cielo o sus ojos que podría compararlos con dos preciosas pepitas de oro, no sé qué había hecho ese chico en mí que con solo una mirada me tenía así, de verdad no sé qué es exactamente pero me intriga.

Finalmente lo encontré, estaba en las pistas de skate y si él fuera un imán y yo un metal sentí la atracción y automáticamente me fui acercando, mientas lograba ver lo que hacía, estaba con su skateboard creo que a punto de hacer trucos en las rampas.

En el camino di gracias a Dios que me encontré con Chōchō y Sumire, así podrían acompañarme y que no se notara que precisamente yo iba buscando a aquel chico tan peculiar.

—¡Hola, chicas! ¿Y eso, tan felices?— Noté que Sumire tenía una gran sonrisa mientras Chōchō la vitoreaba.

—¡Es que Boruto y yo ya somos novios!— Exclamó Sumire muy feliz y yo también me alegré por ella, no éramos muy amigas, pero ver su felicidad me llenó de alegría.

Seguimos conversando hasta que Chōchō dice: —Mitsuki es el mejor aquí, mira va a empezar.

De una vez volteé a verlo y estaba en la rampa, me vio a lo lejos y de verdad, no estoy loca, pero vi que me guiñó un ojo.

Fue el mejor y de pronto ya sentía emoción al verlo, yo llevaba mis patines en el bolso y ya me daba pena sacarlos cuando Inojin se acercó, me jaló a la pista frente a todos y gritó: —LA NUEVA ESTÁ AQUÍ Y VA A DEMOSTRAR QUE SABE PATINAR.

Atrás de mí estaban Boruto y Shikadai, este último dijo: —Este Inojin es de flojera, mira que gritar eso.

—Voy con Sumire, presiento que Mitsuki me dejará solo después de esto— Se fue riendo y yo no entendía lo que decía.

En un abrir y cerrar de ojos ya tenía mis patines puestos y estaba en la pista, no quería hacerlo y de pronto Inojin me empujó, si fuera una aprendiz de seguro perdería el control, pero automáticamente empecé a hacer lo que sé hacer muy bien ¡Patinar! Di muchas vueltas, más de las que dio Mitsuki, gracias a mi buena condición física y resistencia duré muchísimo más tiempo e hice algunos trucos.

Lo vi a lo lejos con los ojos bien abiertos y me perdí en ellos, veo que viene hacia mí en cámara lenta porque en ese momento todo a mi alrededor iba lento y solo podía verlo a él que venía gritando algo, se veía desesperado igual que los demás...

Y fue cuando me di cuenta de que la que estaba a punto de caer era yo, pero en ese momento él llegó y logró evitar mi caída, un segundo más y hubiera caído durísimo contra el piso.

Sentía su corazón a mil, porque tenía la cabeza pegada a su pecho, una fragancia embriagadora me dejó ausente un instante tratando de descifrar ¿De qué era el perfume de este chico?...

—¿Estás bien?— Me dijo con la voz entrecortada, trayéndome a la realidad otra vez, y lo volví a ver, su presencia me abrumaba, estábamos los dos solos en ese momento a pesar de que cálculo había más de 10 compañeros de clases allí.

—S-sí, estoy bien gracias por no dejarme caer— Tartamudeé al principio, luego sacudí la cabeza tratando de despejar mi mente, también noté que me miraba fijamente con una sonrisa, espero que no sea una ilusión.

—Entonces ¿Puedes levantarte sola?

Ayayayay, todavía sigo en sus brazos, no puede ser. El rubor volvió a atacar mis mejillas y me levanté rápido, todos nos miraban ¡Que pena! Pero él me regaló otra sonrisa tranquilizadora, viéndolo bien de cerca juro que lo conozco de algún lado.

—¿Sarada, verdad?— Me preguntó Mitsuki.

—Sí, mucho gusto— Le extendí la mano con ganas de que la tomara, ansiaba su contacto.

Sonrió de nuevo e ignoró mi mano— Nada de mucho gusto, yo vivía en la ciudad de donde tú vienes, fuimos compañeros de clases hace 10 años ¿No me recuerdas? Fui ese niño que te regaló ese collar que traes puesto.

Ahora lo recuerdo, sí, un niño hace 10 años me había regalado un collar tan hermoso que siempre lo guardé, fue en mi cumpleaños número 7, muchos de mis compañeros decían que él estaba enamorado de mí, pero estábamos pequeños y solo me burlé. Era ese niño ¡Qué emoción!

—Siempre me pregunté qué había pasado contigo.

-Simple, me mudé— Tomó mi mano ahora sí— Y ahora creo que fue la mejor decisión.

Me arrastró al otro lado del parque.

Este nuevo sentimiento está creciendo muy rápido.

Te escogí a ti 💓 [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora