11

2.9K 433 108
                                    

La misma noche que supo que debía llevar al robot  a su propia fábrica de distribución y creación, se aseguró tenerlo junto a él todo el tiempo que le sea de calma misma. Gustabo lo recibió con una sonrisa de oreja a oreja, sus manitas estaban cubiertas por guantes y su cuerpo parecía titilar levemente, Conway le devolvió el cálido gesto aproximándose a él con los brazos abiertos.

Le sorprendió ver un tanto sonrojado el rostro Gustabo, pero aún así no preguntó qué sucedía, no quería romper el momento.

Poco a poco, se daba cuenta de la gran importancia que tenía para él. No gastó tiempo desvistiéndose o caminando a la cocina donde Gustabo le tenía calentado unas donitas del día anterior; no sabía cocinar y lo poco que descubrió fue que el microondas le quitaría el frío a esa comida.

Se imaginó a él dentro de esa caja metálica, si estuviese dentro no tendría por qué sufrir que sus pies duelan o que Conway esté triste.

Desde que su dueño supo de su poca capacidad de generar calor, Gustabo ha estado preguntándose si es esa la razón por la cual conserva una cara demasiado seria cuando está junto a él. Por esa razón, antes de que llegue a casa, cubría sus piernas para que no pueda ver los diminutos cables encenderse por sus muslos, ni que se note cómo su cuerpo brincaba, y ese día se aseguró de que no se diera cuenta de que estuvo llorando toda la tarde.

Su dueño estaba cansado y le aterraba que lo esté de él, pues al fin y al cabo, había terminado defectuoso justo como él lo había dicho el día que lo conoció. Su mente artificial comenzaba a generar suposiciones para todo aquello, pero cada una moría cuando Conway lo abrazaba o intentaba calentar sus labios dándole besitos.

Mientras más pensaba, la idea de querer a su dueño aumentaba mucho más junto a la duda. Antes de que su dueño llegué a casa, conoció una nueva palabra en la televisión; esa palabra significaba mucho más que querer o apreciar.

Era mucho más que eso, pues Gustabo lo supo cuando el chico de la cresta apareció de nuevo en la puerta de su casa esta vez para preguntarle si era un robot. Aunque era buen chico el pelirrojo, esa visita lo dejó muy pensante y triste.

No creo que seas capaz de amar —Horacio rascó su nuca. Estaba un poco incómodo al describir qué era el amor. No es que nunca lo haya sentido, pero el robot le ponía nervioso y ese día había ido a verlo para saciar su curiosidad de cómo eran más allá de solo ser simples máquinas, y si se encontraba a su jefe, sería lo mejor, ya que podría llevarlo a trabajar. —El amor lo sientes de muchas maneras y por muchas cosas.

—¿Qué cosas? —El rubio apuntaba de nuevo todo en su libreta, cada palabra y cosa nueva que descubría estaba apuntada en ese pequeño baúl de recuerdos de cartón y papel. Sus ojitos brillaban curiosos por saber qué cosas eran aquellas.

—No solo cosas, sientes amor por personas, animales o por tu libreta... —Gustabo miró sus apuntes y frunció el ceño. Él no amaba a su libreta de la misma forma que lo hacía con Conway. —Mira, cuando amas, sientes que podrías estar con esa persona, animal o cosa por el resto de tu vida. Lo quieres cuidar, proteger de todo lo que pueda dañarlo y hacerlo muy feliz.

El robot alzó la mirada, él sentía todo eso por su dueño y creía estar seguro de que Conway igual. Terminó de apuntar todo con una sonrisa, no podría creer que en verdad pueda pasar.

Tenía que recordar preguntarle a Conway qué era el amor para él y decirle por primera vez que lo ama, pero sintió algo en su pecho cuando su nuevo amigo se levantó diciendo algo que le regresó la inseguridad y miedo.

—¿Por qué me preguntas esto? —Lo miró un poco dudoso, no tenía la intención de lastimarlo, simplemente ser sincero con él. —O sea, eres un robot, qué sabrías tú de sentir algo. Me imagino que lo preguntas por el viejo de Conway, si no puede amarse a sí mismo, dudo que pueda amar a alguien que práctimente no existe.

Gustabo lo seguía mirando sin alguna expresión, su voz no era hiriente y ni siquiera le había gritado. No entendía por qué esas palabras le habían dolido muchísimo de la misma manera que cuando Conway le gritaba o cuando se molestaba con él. Horacio no era malo, pero esas palabras podían serlas.

Pero al final tenía razón, despidió a Horacio y estuvo todo el día pensando en sus palabras. Caminando por la casa, encontró su propia caja y el propio instructivo que Conway leyó el día que lo conoció.

Supo mucho de él; supo que no necesitaba una libreta para apuntar cosas nuevas, pues era capaz de recordarlo exactamente como una vez lo vio o escuchó. Lo comprobó con su primer día en casa, Conway no era igual al día de hoy, esos días trató de demostrarle lo que en verdad era y no podía aceptar.

Abrazó sus piernas mirando con odio su propio instructivo y caja, jamás se dio cuenta que estaban en la habitación que Conway le había dado desde el día uno, jamás la vio ni le tomó importancia, pero ahora la odiaba y no sabía lo que sentía con su propio cuerpo.

Cuando escuchó el sensor de estrés dentro de él, esta vez no sacudió su cabeza para echarlo, simplemente dejó que suene hasta él escucharlo y aceptar la realidad que jamás será parte de él.

Ese día, también aprendió que las palabras pueden lastimar y que era cierto, él no era un humano como la mujer y los niños de la fotografía que eran la familia de Conway; él era un robot defectuoso a punto de perderlo todo por su fallo.

Ni siquiera podía ponerse la ropa que una vez Volkov le regaló, le causaba mucho miedo demostrar lo que era; tenía muchísimo miedo de mostrarse otra vez ante su dueño, su nuca demostraba lo que era y sus piernas también. Gustabo se sentía avergonzado de creer que Conway podría amarlo.

Él no era un humano.

Tampoco era una mujer pelirroja.

Y como una vez Conway dijo, sólo era una máquina de metal creada para el uso de los demás.

Tocó sus cabellos mientras lagrimas salían de sus ojos y recordó cuando Conway lo conoció, estaba temeroso a que lo toque, inclusive huyó de su toque con asco, y cuando lo hizo con su cabello, se sorprendió de lo real que se sentía.

Cómo siquiera pudo imaginar ser amado de verdad por alguien diferente a él... ser amado por alguien real.









Perdón por tardar en actualizar, andaba muy ocupada y con un bloqueo, pero aquí tienen. Gracias por apoyar.
( ˘ ³˘)♥

Like human | INTENABODonde viven las historias. Descúbrelo ahora